domingo, 22 de noviembre de 2015

RITOS Y CREENCIAS PASTORILES

Los pastores son uno de los colectivos que más  protecciones buscaban contra todo aquello que les asustaba o que pudiera perjudicar a su rebaño. Especialmente contra las tormentas solían portar  la piedra del rayo. Se dice que un rayo no cae dos veces en el mismo sitio, por eso una piedra que ya hubiera sido castigada por el rayo acompañaba siempre el zurrón de los pastores. (Teoría que carece totalmente de fundamento; además,¿Cómo y dónde encuentras esa piedra? ¡ Anda…búscala!)
Del mismo modo, en las solitarias cabañas que tenían en los campos solía haber un objeto metálico porque así absorbían la carga eléctrica del rayo sin causar daños.
Una oveja marta en un rebaño
El ganado, que era su principal sustento, ha sido desde siempre una de las grandes preocupaciones de los ganaderos, por eso  había que cuidarlo y protegerlo de cualquier enemigo o mal exterior sea cual fuera su naturaleza. De ahí que se hicieran acompañar de un perro para hacer frente al ataque del lobo. También solían  acompañar los rebaños con alguna oveja totalmente negra, llamadas "marta", o de algún macho cabrío o “buco” igualmente de negro pelaje, por considerarlos protectores del ganado, especialmente del rayo. Estas martas y bucos gozaban de una gran reputación y eran animales que estaban muy buscados por los ganaderos, ya que es muy difícil que nazca una res íntegramente negra, pues aunque a simple vista hay muchos corderos o cabras que podemos considerarlos de negro pelaje, no lo son del todo, pues una simple mancha blanca en la pata, rabo, vientre, oreja, o cualquier otra parte del cuerpo, por pequeña que sea, los descalifica como protectores[1].Además estos animales gozaban de otros privilegios frente al resto del rebaño, ya que bajo ningún concepto podían ser marcadas con el sello del ganadero y tampoco nunca en la vida del animal se les podía escodar (cortar la cola) ni muescar (marcar la oreja); igualmente no podían ser sacrificadas, o sea, que morían de viejas. Dicen que son brujas arrepentidas que cuidarán siempre del rebaño.
Piedra bruja
Igualmente, para proteger al ganado de las brujas malas y evitar maleficios, como que las ovejas  se vuelvan modorras, o eludir enfermedades que podían malmeter en los animales, colgaban en las puertas de los corrales y parideras la piedra bruja o piedra de la bruja, que es una piedra horadada de forma natural por la acción de la madre naturaleza. Igualmente, para evitar que se propague esta enfermedad basta ba con enterrar la cabeza de una res muerta por esta enfermedad a la entrada del corral.
También en las largas caminatas, cuando los pastores subían a puerto, solían llevar consigo un garrapito, que viene a ser una especie de pequeño cascabel de sonido agudo que con su estridente sonido, según la creencia popular, ahuyentaba las víboras.
Todas estas creencias pastoriles se han venido practicando hasta no hace mucho tiempo en nuestra comarca y el Alto Pirineo. Hoy en día ya están en desuso, pues el ganadero de la era moderna reconoce la desmitificación de todas estas creencias, pasando a formar parte de la etnografía y modo de vida de nuestros ancestros pastores.




[1] El porcentaje de nacimiento de una cordero  íntegramente negro es de uno entre 1000



BIBLIOGRAFÍA

-BIZÉN dó RÍO MARTÍNEZ.  Ritos, mitos y tradiciones de la ganadería alto aragonesa”, en VV.AA., I Congreso de Aragón de etnología y antropología, pp. 183-188. I.F.C. (C.S.I.C.), 1979.
-Agradecimiento a Pedro Oliva, ganadero, ex-concursante del programa Gran Hermano.

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