Los pastores son uno de los
colectivos que más protecciones buscaban
contra todo aquello que les asustaba o que pudiera perjudicar a su rebaño.
Especialmente contra las tormentas solían portar la piedra del rayo. Se dice que un rayo
no cae dos veces en el mismo sitio, por eso una piedra que ya hubiera sido
castigada por el rayo acompañaba siempre el zurrón de los pastores. (Teoría que
carece totalmente de fundamento; además,¿Cómo y dónde encuentras esa piedra? ¡
Anda…búscala!)
Del mismo modo, en las solitarias cabañas que
tenían en los campos solía haber un objeto metálico porque así absorbían la
carga eléctrica del rayo sin causar daños.
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Una oveja marta en un rebaño |
El ganado, que era su principal
sustento, ha sido desde siempre una de las grandes preocupaciones de los
ganaderos, por eso había que cuidarlo y
protegerlo de cualquier enemigo o mal exterior sea cual fuera su naturaleza. De
ahí que se hicieran acompañar de un perro para hacer frente al ataque del lobo.
También solían acompañar los rebaños con
alguna oveja totalmente negra, llamadas "marta", o de algún macho cabrío o
“buco” igualmente de negro pelaje, por considerarlos protectores del ganado,
especialmente del rayo. Estas martas y bucos gozaban de una gran reputación y
eran animales que estaban muy buscados por los ganaderos, ya que es muy difícil
que nazca una res íntegramente negra, pues aunque a simple vista hay muchos
corderos o cabras que podemos considerarlos de negro pelaje, no lo son del
todo, pues una simple mancha blanca en la pata, rabo, vientre, oreja, o cualquier
otra parte del cuerpo, por pequeña que sea, los descalifica como protectores[1].Además estos
animales gozaban de otros privilegios frente al resto del rebaño, ya que bajo
ningún concepto podían ser marcadas con el sello del ganadero y tampoco nunca
en la vida del animal se les podía escodar
(cortar la cola) ni muescar (marcar
la oreja); igualmente no podían ser sacrificadas, o sea, que morían de viejas. Dicen
que son brujas arrepentidas que cuidarán siempre del rebaño.
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Piedra bruja |
Igualmente, para proteger al
ganado de las brujas malas y evitar maleficios, como que las ovejas se vuelvan modorras, o eludir enfermedades
que podían malmeter en los animales, colgaban en las puertas de los corrales y
parideras la piedra bruja o piedra de la bruja, que es una piedra
horadada de forma natural por la acción de la madre naturaleza. Igualmente, para evitar que se propague esta enfermedad basta ba con enterrar la cabeza de una res muerta por esta enfermedad a la entrada del corral.
También en las largas caminatas,
cuando los pastores subían a puerto,
solían llevar consigo un garrapito,
que viene a ser una especie de pequeño cascabel de sonido agudo que con su
estridente sonido, según la creencia popular, ahuyentaba las víboras.
Todas estas creencias pastoriles
se han venido practicando hasta no hace mucho tiempo en nuestra comarca y el
Alto Pirineo. Hoy en día ya están en desuso, pues el ganadero de la era moderna
reconoce la desmitificación de todas estas creencias, pasando a formar parte de
la etnografía y modo de vida de nuestros ancestros pastores.
[1] El porcentaje de nacimiento de una
cordero íntegramente negro es de uno
entre 1000
BIBLIOGRAFÍA
-BIZÉN dó RÍO MARTÍNEZ. “Ritos, mitos y tradiciones de la ganadería alto aragonesa”, en VV.AA., I
Congreso de Aragón de etnología y antropología, pp. 183-188. I.F.C.
(C.S.I.C.), 1979.
-Agradecimiento a Pedro Oliva, ganadero,
ex-concursante del programa Gran Hermano.
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