domingo, 25 de noviembre de 2018

LA BICICLETA DE MADERA Y LA "BAJÁ EN EQUILIBRIO"


Que las bicicletas de madera existen no es ningún misterio ni una novedosa noticia, aunque bien es cierto que no podemos decir que hemos visto muchas.
 Actualmente se fabrican  bicicletas cuyo principal material es la madera. Sin ir más lejos, el zaragozano Javier Sebastián diseñó y fabricó en el año 2014 una bicicleta en madera que nada tiene que envidiar a las modernas de fibra de carbono. El cuadro  es todo de madera, al que Sebastián fue añadiendo el resto de componentes, los  más innovadores y fabricados con los mejores materiales existentes en el mercado, hasta completar una bicicleta profesional de competición. Basta decir que con ella ha participado en varias carreras y en 2017 pudimos verle  en Sos del Rey Católico con su bicicleta de madera corriendo la clásica “Rompepiernas”.
Bicicleta de madera. Sos del Rey Católico
          Lo que sí es una primicia de noticia es la existencia de una bicicleta realizada al cien por ciento en madera. Toda ella es madera: cuadro, sillín,…¡hasta las ruedas! Eso sí, carece de los más básicos componentes de una bicicleta estándar; no tiene tubulares, pedales, frenos, plato, piñones, cadena….
Esta singular y pintoresca bicicleta podemos verla desde hace tres años en Sos del Rey Católico y es usada por todo aquel que lo desee para participar en una peculiar competición que se viene celebrando desde entonces en los días de la celebración de la feria medieval y últimamente también en las jornadas por el aniversario del nacimiento del Rey Fernando: se trata de “la bajá en equilibrio”.
La prueba consiste en tomar impulso con la bicicleta hasta una determinada marca señalada en el suelo que hace de punto de salida y en el que el participante deberá estar ya montado en el sillín en el momento que la rueda delantera pise la señal de salida. Los corredores pueden tomar el impulso que deseen  tomando “carrerilla” todos los metros que consideren oportunos tras la línea de salida, pero corriendo siempre junto a la bicicleta. Para ello,  y para facilitarles un buen impulso y para que el trayecto recorrido sea el mayor posible, la Organización ubica el punto de salida en una calle en bajada (si no, no sería una “bajá”), y cuanto más desnivel mejor ( …y más dura será la caída)
Participante en pleno descenso haciendo gala de su destreza
Una vez traspasada la línea de salida el participante tendrá que hacer gala de su ingenio (no hacer “eses” en el trayecto, intentar buscar el trayecto más recto...), habilidad (oponer la menor resistencia al viento, evitar baches…) y equilibrio para llegar lo más lejos posible sin poner ningún pie en el suelo, pues quedaría descalificado; toda una demostración de arrojo, audacia, pericia y destreza.  Evidentemente, gana quien más lejos consigue llegar montado en este artefacto hasta que la fuerza del impulso pierde su total aceleración y el corredor se ve obligado a poner un pie en el suelo. Por descontado no pueden participar menores de edad ni personas en estado ebrio.
Se me olvidaba: ¡ Y no llevan casco ni chichoneras” (¡ahí tú, valiente, con un par…!)
No cabe duda que la competición de esta “bajá en equilibrio” es una forma más de amenizar los diversos actos festivos y conmemorativos relacionados con las anteriormente mencionadas jornadas festivas, donde participantes y público ríen juntos pasando un rato alegre, ameno, entretenido, simpático y divertido.
Campeón y subcampeón de la IIª Bajá en equilibrio.
Sos del Rey Católico. Año 2016.
             Pero… ¿Quién ha construido esta bicicleta, porqué y para qué?
Tras el comentario jocoso anterior nos pondremos algo más serios y veamos el origen y la procedencia de la bicicleta.
La bicicleta fue construida por los presos de la cárcel de Zuera (Zaragoza) y fue el resultado de una de las muchas acciones que realizan los presidiarios para su futura  reinserción en la sociedad, pues su prolongada estancia privados de libertad, inconscientemente, y poco a poco, les incapacita para tomar decisiones o iniciativas, ser creativos, planificar el tiempo, relacionarse con la gente, etc… resultándoles  muy difícil adaptarse a la vida cotidiana una vez en libertad.
Por eso en las cárceles existen una serie de medidas encaminadas a ayudarles para poder sociabilizarse con el mundo exterior. Una de estas medidas, entre otras muchas y de diferentes tipos, es la referente a la inserción socio-laboral, y dentro de ésta existen las relacionadas con la formación en talleres profesionales capacitándoles, entre otros aspectos, para poder encontrar una actividad laboral una vez cumplida su condena.
La bicicleta de Sos fue realizada por unos presos del taller de carpintería del penal de Zuera. La falta total de accesorios metálicos en la bicicleta viene dada por la expresa prohibición en las cárceles de no poseer por parte de los presos  ningún elemento metálico susceptible de ser alterado para la fabricación de objetos punzantes o cortantes. Por otra parte, examinando la bicicleta en cuestión, no podemos decir que sean unos profesionales de la madera; de hecho no lo son, ni se pretende que lo sean. En la cárcel no hay una “escuela de carpintería” como tal. Y a decir verdad, un recluso que haya estado trabajando en la carpintería de la cárcel, probablemente cuando salga en libertad no se dedique nunca a trabajar la madera y lo haga en cualquier otra actividad totalmente distinta.
La verdadera intención al ocupar un preso en una actividad, sea cual fuera ésta, es la de hacer ver al recluso que puede valerse por sí mismo, que puede tomar decisiones, tener iniciativa, que se puede relacionar con otra gente; en definitiva, que es capaz y puede adaptarse a la vida en comunidad.
Nosotros, los sosienses, reconocedores de su esfuerzo, le hemos sabido dar uso a uno de sus trabajos, posiblemente el único rendimiento que se le pueda sacar a este artefacto, y seguramente ellos estarán satisfechos y orgullosos de que su esfuerzo ha merecido la pena y ha servido para algo, en este caso para amenizar las fiestas de un pueblo.
Por eso, el próximo año, cuando de nuevo disfrutemos  y nos divirtamos con otra “bajá en equilibrio” recordad que varias manos privadas de libertad trabajaron en la construcción de esta bicicleta, aún sin ser especialistas en la materia, y han puesto en ella todo su esfuerzo e ilusión para que, con su trabajo y actitud, reciban su recompensa: la libertad y la reintegración social.





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