domingo, 14 de octubre de 2018

LAS MARCAS DE MESURA DE SAN NICOLÁS DE CEÑITO


                              
Ermita de San Nicolás de Ceñito (Sos del Rey Católico)
Marcas o signos lapidarios existen en prácticamente todas las construcciones y obras de envergadura de la Edad Media: iglesias, castillos, puentes, ermitas, monasterios… Las más abundantes y conocidas son las típicas “marcas de cantero” que el propio maestro grababa en las piedras por él trabajadas. Existen otras marcas, aunque más bien son dibujos introspectivos, que generalmente eran realizados por el artífice de la obra, y dirigidos a la proyección de la construcción del edificio y que no tenían la misión de transmitir órdenes a los operarios o ejecutores de la obra, sino la de fijar la idea que tenía en mente el maestro ingeniero sobre su proyecto constructivo; son las “marcas de trazado”, que guardan ciertas semejanzas con determinadas partes del edificio donde se encuentran grabadas. Pero existen otros signos, que en muchos casos se confunden con marcas de cantero, que no son tales, sino marcas de medidas que eran usadas por los operarios de la construcción para aplicarlas, con proporcionalidad, a los elementos constructivos de la obra a realizar. Son las llamadas “marcas de mesura”.
                Estos dos últimos tipos de marcas (de trazado y de mesura) formaban parte directa en las diferentes fases constructivas de una edificación, reproduciendo en la obra las medidas y la modulación, es decir, la repetición de las dimensiones de una unidad de medida y figuras geométricas tomadas como patrón que determinaban la disposición y el tamaño de los diferentes elementos arquitectónicos de la obra.
Las marcas de mesura obedecen a la más pura y lógica ciencia de la geometría. Por norma general los obreros en la Edad Media, o peones de obra, no sabían leer, por lo que las figuras geométricas sencillas (cuadrados, círculos, triángulos,…) les permitían reproducir fácilmente, en todas las dimensiones y con precisión, las disposiciones previas y adaptarse al terreno, asegurando la concordancia entre la concepción de la obra y su ejecución. El profesor José Antonio Ruiz de la Rosa señala que “la precisión conceptual y comunicativa de la geometría, su capacidad de definición de las formas planas y tridimensionales, de sus relaciones y combinaciones, ha estado presente desde los comienzos de la arquitectura como arte: la geometría es la base de toda articulación arquitectónica”[1]
 Sabemos que las unidades de medida en la época que nos ocupa eran distintas en cada lugar; incluso en una misma comarca variaban de una localidad a otra, por lo que no existían unos patrones genéricos de medida en la Península Ibérica, y es por esto que los maestros de la Edad Media, para las obras de gran envergadura, utilizaron la geometría simple para trasladar, con total precisión y sencillez, lo dibujado a pequeña escala al tamaño real de la construcción. Así, por ejemplo, con el círculo y los arcos del mismo proyectaban las líneas básicas de las bóvedas y las distintas formas de los elementos que la conforman, como las dovelas y las claves.
En resumen, estas marcas se confeccionaban sin necesidad de grandes conocimientos teóricos, pero teniendo en cuenta los principios básicos de la geometría de Euclides, pero sobre todo se basaban en procedimientos empíricos, altamente depurados y de una absoluta sencillez en su aplicación. Esta sencillez en la aplicación de la geometría facilitaba la asimilación y puesta en práctica a sus artífices que, en muchos casos, no tenían una preparación teórica suficiente.
En el presente post vamos a centrarnos en las marcas de mesura, poniendo como ejemplo, y exceptuando las varas aragonesas o varas jaquesas, unas de las escasas marcas de mesura existentes en Aragón, hasta ahora conocidas, y que se encuentran en el exterior del ábside de la ermita de San Nicolás de Ceñito, en el término de Sos del Rey Católico. Otras de estas marcas, muy similares  a las de Ceñito, con los mismos dibujos y diseños, aunque existe alguna variación, las encontramos en el antepecho del acceso a la Sala Capitular del Monasterio de Santa María de Veruela (Zaragoza), de las cuales el Doctor Arquitecto  Kim Lloveras i Monserrat  ha realizado un profundo estudio publicado en 1990 por el Servicio de Cultura de la Diputación de Zaragoza.
Pero si estas marcas de mesura eran tan indispensables para el maestro de obra, ¿porqué no existen más marcas o dibujos  semejantes en otros templos o construcciones medievales? Parece ser que la respuesta la tenemos en que normalmente este tipo de tablas de cálculo se solían realizar sobre otro tipo de material, con una superficie mucho más dúctil para realizar inscripciones, como  mortero de cal, barro o madera, pero a la vez mucho más perecederos, por eso la excepcionalidad de estas dos ubicaciones aragonesas de Ceñito y Veruela inscritas sobre piedra.
Ambas ubicaciones nos están mostrando el lugar donde los maestros de obra  y operarios acudirían para tomar las medidas oportunas para levantar las respectivas edificaciones; el lugar donde, a partir de las innumerables combinaciones geométricas de las medidas de los dibujos allí representados, se pueden obtener todas las dimensiones de la ermita  de San Nicolás de Ceñito y del monasterio de Veruela. Son las tablas de cálculo y referencia del maestro de obra, aunque hay quienes interpretan que las de Ceñito son simplemente simbólicas; pero si así fuera, ¿Para qué dibujarlas?¿Qué sentido tiene realizar unas inscripciones de medida en la piedra y no usarlas? Además, las “marcas de medida” de San Nicolás de Ceñito están acompañadas, al parecer, de una  “marca de trazado” que nos indica la planta y proyección de la ermita, razón de más para dibujar junto a ella las oportunas “marcas de mesura”.
           
Piedra de mesura del Monasterio de Veruela (Zaragoza) (Wikipedia)
Hemos de señalar que el monasterio de Veruela se fundó en 1146, y aunque la ermita de Ceñito se construyó entre el 1050 y 1060, sabemos que en una reforma posterior de 1150 se rehízo completamente su ábside, incluyendo entonces en él las marcas, por lo que estaríamos hablando del mismo período en cuanto a la realización de ambas edificaciones. Unas marcas tan semejantes entre sí en sendas construcciones que nos hacen pensar en la continua itinerancia de los maestros constructores y en la creación de algún tipo de “lenguaje” común de medidas que les permitía trabajar en diferentes lugares, incluso en otros países, transmitiendo a otras cofradías o logias de constructores los métodos y símbolos geométricos y de medida que conocían y que eran necesarios para levantar una iglesia, ermita, monasterio u otro tipo de construcción medieval.
                En el Monasterio de Veruela estas marcas están compuestas  por  tres pies:  pequeño, medio y grande, que miden 19, 23 y 25 cm de longitud respectivamente; escuadras de diferentes longitudes y cuatro dobles círculos entrelazados formando una “ vescica”  cuyos diámetros de circunferencia interior y exterior miden 14 y 17 cm respectivamente.
              
Bajo la ventana del ábside se encuentran la piedras de mesura
                 
               En la ermita de San Nicolás de Ceñito encontramos en una piedra bajo la ventana axial de su ábside por su parte exterior un pie pequeño de 19 cm idéntico al de Veruela. La piedra inferior lamentablemente ha sufrido el desgaste del paso del tiempo y se encuentra desconchada casi en su totalidad, pero todavía puede apreciarse, en el pequeño trozo original que ha quedado en su parte superior derecha,  la punta de otro pie de diferente tamaño, al parecer mayor que el anterior, siendo muy probable que en la parte de la piedra que irremediablemente se ha perdido se encontrara la tercera medida de pie. 
Piedras de mesura de San Nicolás de Ceñito. En el centro: "marca de trazado",
cuatro circunferencias entrelazadas y una posible escuadra. En el sillar de la
derecha un pie de 23 cm, y en el de abajo la punta de otro pie sobre la zona de
la piedra sin desconchar
               En el sillar situado a la izquierda del que reproduce el pie completo de 19 cm se observan una serie de círculos trazados con compás y divididos interiormente por 6 semicircunferencias cruzadas formando una roseta de seis pétalos elípticos. Son cuatro circunferencias entrelazadas entre ellas por su centro, a modo de una "vescica", patrón de medida para los constructores. Asímismo existe otra marca junto a los círculos, casi imperceptible debido a su borrosidad, que bien pudiera tratarse de una escuadra.Y junto a ellas una inscripción que probablemente sea una "marca de trazado" indicándonos la planta y proyección de la ermita. Se trata de una línea longitudinal cruzada perpendicularmente en sentido horizontal por tres segmentos a diferentes distancias, donde entre los dos segmentos inferiores hay un semicírculo que indicaría la ubicación de la portada del templo.
               
Detalle de las cuatro circunferencias entrelazadas
Es evidente que tanto las marcas del monasterio de Veruela como las de Ceñito son muy parecidas y representan las marcas de mesura y trazado que utilizaron los constructores de sendos edificios, pero  todavía queda mucho por investigar en este sentido. De aquí la importancia de estos signos desde un punto de vista geométrico, ya que su estudio podría ayudarnos a aclarar cómo surgieron los diseños que se encuentran en el origen de los módulos que fueron empleados en la proyección de estos edificios, puesto que “toda planta y estructura compositiva debe contener alguna forma geométrica premeditada”[2], y de este modo sería posible establecer una hipótesis sobre sus orígenes, historiografía, técnicas aplicadas y soluciones  efectuadas en su construcción.


Marca de trazado y marcas de mesura en San Nicolás de Ceñito (Sos del Rey Católico) (Foto: romanicoaragones.com)




[1] Ruiz de la Rosa, José Antonio. Traza y simetría de la arquitectura en la antigüedad y Medievo, p. 18.
[2] Navarro Fajardo, Juan Carlos. Bóvedas góticas de la catedral de Orihuela (Alicante). Revista EGA, nº 11, año 2006, pp, 148-149; en: Rafael Fuster Ruiz, Las marcas de cantería en el contexto de la arquitectura medieval: proporción y mesura, nota 6.





BIBLIOGRAFÍA

-LLOVERAS I MONSERRAT, KIM. La piedra de mesura de Veruela. Servicio de Cultura de la Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 1990.
-RUIZ DE LA ROSA, JOSÉ ANTONIO. Traza y simetría de la arquitectura en la Antigüedad y en el Medievo. Universidad de Sevilla. Sevilla, 1987.
En la web:
-www.signoslapidarios.org. Las marcas de cantería en el contexto de la arquitectura medieval: proporción y mesura. Rafael Fuster Ruiz. 



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