domingo, 13 de julio de 2025

APODOS DE SOS DEL REY CATÓLICO



 



Los apodos, alias o sobrenombres, son nombres alternativos, un tanto informales, generalmente dichos con cariño, que se suelen poner a las personas, lugares o cosas, haciendo alusión a una característica o peculiaridad de ellas con el fin de sentirlas más cercanas, más familiares (aunque, en ocasiones, se convierten en vituperios con el fin de herir o fastidiar algo o a alguien).

En referencia a su grafismo, aunque hay apodos que significan objetos, nombres de cosas, características o adjetivos, cuya grafía habitual es escribirlos con minúsculas, la Gramática Española, en este caso, los considera como “nombres propios”, por lo que se escribirán con mayúscula, pues son características que se refieren a una única persona en particular; todos ellos suelen ir precedidos por un artículo determinado masculino o femenino según vayan dirigidos a un hombre o a una mujer, pero éste sí que deberá escribirse con minúsculas (el Rubio, el Casto, el Melón, el Sartén,…). 

Los apodos pueden clasificarse de diversas maneras según el origen, la función y otras peculiaridades. Hemos recopilado una serie de apodos de personas de Sos del Rey Católico y los hemos clasificado en varios grupos dependiendo de ciertas características comunes. Hay algunos apodos que no necesitan explicación porque su significado está muy claro; por ejemplo, los relativos a las profesiones (el Campanero, el Panadero,…), o a los toponímicos (el Navarrico, el Murciano,…) o los relativos a algún detalle o característica personal (el Rubio, el Calvillo, la Morena…). No vamos a explicar los significados de todos los apodos registrados porque sería una larga y difícil tarea; solamente razonamos los que nos parecen más curiosos por motivos diversos, pero existen otros que nos ha sido imposible conocer su significado, pues ni siquiera el informante lo sabía o por utilizar palabras raras, ya en desuso, generalmente de ámbito local, que no las tenemos recopiladas y estudiadas.

Respecto a la forma de recopilación, cabe decir que la nómina de apodos que se nombran a continuación es el resultado de varias reuniones con varios vecinos de Sos, generalmente de edad avanzada, que iban recordando los sobrenombres con los que, antiguamente, se conocía a los habitantes de la Villa pero, lamentablemente, como hemos puntualizado, desconocían el porqué o el significado de muchos de ellos.  

Por educación y respeto, preservando su identidad, no desvelamos el verdadero nombre del individuo, familia o clan apodado, aunque en el caso de algunos apodos es imposible poder ocultarlo porque son muy lógicos, o mediáticos, y en otros casos porque actualmente todavía están en uso y la identidad de sus portadores es de "vox populi".

Evidentemente, no están todos los que son ni son todos los que están, pues la lista sería interminable porque, prácticamente, en Sos, cada persona tiene un apodo. 

Lamentablemente, hoy en día, apenas se ponen apodos. Varios son los motivos de esta falta de ingenio: la creciente despoblación de las zonas rurales, la condena de muchos maestros y profesores del mundo rural hacia el uso de los apodos, sobre todo a los denigratorios, no dedicándole, si quiera, un pequeño espacio en la clase para su conocimiento y análisis, y la ingenua creencia y convicción de la nuevas generaciones pensando que los apodos son propios de gente “carroza” y de un sistema social antiguo y pasado de moda. En definitiva, otra "moda", o tradición, del mundo rural que tiende a extinguirse y que sólo unos pocos intentan, si no recuperar, al menos, reconocer y preservar, que es el motivo de este trabajo, el de conservar y perpetuar una tradición muy común hasta hace poco tiempo en todos los pueblos de España, como es el hecho de poner sobrenombres y apodos a todo; un recuerdo de nuestro pasado, de nuestras familias y de nuestros vecinos, a los que llamábamos, amistosamente, con un mote u otro dependiendo de ciertas características que poseían, sin ánimo de ofender a nadie y, sólo a veces, un poquito vituperables, pero sin mala intención, sólo para hacer rabiar un poco al vecino; apodos que son considerados como un valioso elemento cultural que refleja elementos de la identidad, de la memoria y de las relaciones sociales de nuestra comunidad dándonos una valiosa información de la Villa. A través de ellos sabemos los diferentes oficios y profesiones que había en el municipio, muchos ya extinguidos, el origen y el movimiento migratorio de los vecinos, nombres propios, de corrales, de lugares, y otras curiosas características que se dejan entrever entre esos sarcásticos, mordaces, talentosos e imaginativos nombres “inventados”, permitiendo a los etnógrafos analizar la estructura social, las creencias, los valores y la historia de Sos del Rey Católico.


APODOS DE VECINOS DE SOS DEL REY CATOLICO


PROFESIONALES

el Aspirino (así llamaban el pasado siglo al boticario, o farmacéutico)

el Botero

el Boticario

el Cafetero (vendía café)

el Campanero

el Carcelero

el Colchonero

el Esquilador

el Herrador

el Hornero

el Lechador

el Lucero

el Matachín

el Panadero

el Serrucha (el carpintero)

la Chocolatera

la Hojalatera

la Molinera

 Otras actividades

el Caracolero

el Ermitaño

el Mayoralico

el Punzonero


 TOPONÍMICOS

          el Buzcalapoyo (lugar de Sos)

          el de La Mora(lugar de Sos)

          el Enchargau (los de Uncastillo reciben el pseudogentilicio de enchargaus)

          el Murciano

          el Navarro

          el Zaragozano

          la Francesa

          la Navarrica

          la Peraltesa (de Peralta)

          la Petillana (de Petilla)


          CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

         el Calvillo

         el Culopandero

         el Culorrobo (rrobo significa grande)

         el Dedicos

         el Majo

         el Malacara

         el Mediohombre

         el Minihombre

         el Mininazas(la tenía muy pequeña)

         el Patas

         el Pichín (parecido al mininazas)

         el Pocanariz

         el Royo

         el Rubio

         el Seco

         la Morena

         la Morrazos

         la Royica

         la Rubia


        ADJETIVADOS y HUMORÍSTICOS

        el Abogadillo

        el Bonanzas(sólo eran apariencias)

        el Calzones

        el Casto

        el Cenizo

        el Churnas(variante fonética de “purnas”=cenizas, rescoldo de un incendio. Se le quemó un granero)

        el Colegial

        el Confite

        el Cuesco

        el Escuartizapanes (destroza panes)

        el Farranduco

        el Floro (echaba “flores”, piropos, a las mujeres)

        el Gorrión

        el Huevico

        el Macarro

        el Melón

        el Perdiguero

        el Perejil (estaba en todas las “salsas”, en todos los acontecimientos y problemas)

        el Perniles

        el Perro Mastín

        el Polvorillas (hiperactivo, inquieto, alborotado, travieso)

        el Raboso(zorro, astuto)

        el Rey

        el Sandalio(usaba este tipo de calzado para todo)

        el Santico

        el Zampa

        la Bombita

        la Cornetera (su padre estuvo en la guerra de Cuba y tocaba la corneta)

        la Envenenadora

        la Panchaza

 

 

         ANTROPONÍMICOS

          Juandibiel (Juan de Biel)

          Mesejuan (mosén + Juan


         OTROS APODOS

   

        el Botín

        el Cachillo

        el Callejas

        el Callejinos

        el Carro

        el Cavodongo

        el Chaberro

        el Chinchorro

        el Churrupito

        el Cochorro

        el Cocorocho

        el Coscón

        el Jaque

        el Martes

        el Mingallo

        el Miñón

        el Molín

        el Morchón

        el Moroto

        el Pedrotes

        el Peñes

        el Percibes

        el Pichancas

        el Pierres

        el Ponzo

        el Pupú

        el Restojo

        el Rolindo

        el Silverio

        el Tatrebes(Solía decir mucho la frase:¿te atreves?)

        el Villoque

        la Cocorocha

        la del 95 (tenía una tienda tipo “todo a 100”)

        la Morota

        la Pajarota

        la Quicona 


                            **********************************

            El uso de los apodos el pasado siglo estaba tan arraigado que, en muchas ocasiones, a la familia entera del apodado se la conocía por el apodo: los Campaneros, los Colchoneros, los Carceleros, los Zaragozanos; o daban también nombre a la casa familiar: casa el Esquilador, casa el Boticario, casa Huevicos, casa los Perejiles, casa el Campanero…