domingo, 27 de enero de 2019

"ALBARDEROS" Y "BATUECOS" LOS DE LUNA


Uno de los pseudogentilicios con el que se conoce a los vecinos de Luna es el de albardero.
Albarda
Un albardero es la persona que fabrica, repara o vende albardas, guarnición que se ponía a las caballerías consistente en una “almohada” de cuero o tela basta rellena de paja o lana sobre la que se ponían los serones, espuertas, escalas, y otros arreos y complementos para poder cargar los animales con más facilidad. Las albardas se adaptaban a los dos lados de los lomos del animal y se sujetaban al vientre con una cincha dejando un hueco para que la carga no lo lastimase.
Si el mote de albarderos de los habitantes de Luna procediera de la abundancia de vecinos dedicados a la fabricación o venta de estos aparejos para las caballerías no tendría el significado despectivo con el que los habitantes de los pueblos cercanos suelen reirse de los demás pueblos vecinos.
Por eso, el significado peyorativo de albardero con el que se conoce a los habitantes de Luna hay que buscarlo en el diccionario aragonés de las comarcas de la Alta Zaragoza, que define “albardero” como la “persona que gusta de llevar adornos”, “excesivamente adornado o lleno de complementos, joyas y adornos”, haciendo un símil a la guarnición, adornos, pertrechos y conjunto de correajes que se agregan a las albardas de las caballerías para transportar la carga o tirar de un carruaje.
También se les llama albarderos a los habitantes del pueblo de Millana (Guadalajara), aunque el motivo es muy distinto. Al parecer, unos vecinos confundieron unas albardas que bajaban flotando por el río con la imagen de una Vírgen.


            El otro mote por el que se conoce a los luneros es el de “batuecos”, que tradicional y coloquialmente tiene el significado de hombre tonto, rústico, torpe, de modales poco finos, de poco alcance, poco inteligente…, y es en este sentido por el que los vecinos de los pueblos cercanos llaman “batuecos” a los habitantes de Luna, en un afán de ridiculizarlos; porque etimológicamente parece ser que este vocablo puede tener otras acepciones, aunque ninguna de ellas tiene connotaciones positivas; prácticamente todas son despectivas, probablemente por tener bastante relación entre ellas, aunque ni la DRAE ni los lingüistas se ponen de acuerdo. Lo vamos a ver a continuación. De todos modos, en 1607, “batueco” ya aparece con el significado de “grosero, rústico”
           
Pareja de baturros, o batuecos, en "Nobleza baturra"·
Antes de comenzar con las explicaciones etimológicas de “batueco” hay que señalar que éste adjetivo tiene exactamente el mismo significado que “baturro”. Ambos tienen la misma raíz, proceden de la palabra aragonesa “bato” ( “hombre tonto, rústico y de pocos alcances”) a las que se han añadido los sufijos formativos de gentilicio “-urro”(baturro) y “-ueco”[“-uco” (batuco) más la vocal unitiva “e” (batueco)] ambos peyorativos, por lo que no hacen más que enfatizar más, si cabe, el significado propio de “bato”, pues estos sufijos suelen llevar siempre una connotación despectiva, dando como resultado que “batueco” y “ baturro” sean, todavía, más despreciativos.
            Actualmente no tiene nada que ver este significado etimológico con la acepción, connotación y sentido popular con el que se usan ambas palabras, sobre todo “baturro” (hombre de campo de Aragón, aragonés.), aunque el origen etimológico y significado “es el que es”.
               No obstante, el entendimiento del sesgo negativo que puede tener una palabra formada a través de un sufijo peyorativo dependerá también de las competencias interpretativas del hablante, quien deberá tener en cuenta también el contexto lingüístico en donde se da la comunicación, la connotación que una palabra tiene en la cultura en donde se comunica, e incluso la intención de su interlocutor[1].

            “BATUECO”. Ya hemos dicho antes que los estudiosos no se ponen de acuerdo. Para el prestigioso filólogo, lexicógrafo y etimólogo catalán Joan Corominas “batueco”(adj.) no deriva de “bato”(sust.), sino al contrario, el vocablo “bato”(adj.) procede de “batueco”(sust.), palabra aragonesa, al parecer procedente del romance francés, cuyo significado es el de “huevo huero”
            Un huevo huero, según la DRAE, es el que no produce cría por no estar fecundado por el macho, por enfriamiento o por otra causa y se pierde durante la incubación; o sea, un aborto natural. “Batueco” parece venir de “batir”( del latín “battuere”, golpear, batir), a cuya raíz, “batt” se le añade el sufijo despectivo “-eco” dando a entender que el huevo se ha “echado a perder” porque en su interior la clara y la yema se han mezclado (“batido”). Hay quien es más siniestro y dice que este “batir” es por el ruido que hace el pollo muerto dentro del huevo al sacudir (“batir”) el huevo.
Por otra parte, otros sostienen que “batueco” proviene del gentilicio con que se conoce a los habitantes de Las Batuecas, que es batuecos.
Parque natural de Las Batuecas ( foto: turismosierradefrancia.es)
Las Batuecas es un precioso valle de la provincia de Salamanca y siempre ha estado muy aislado de la capital y de otros núcleos urbanos. Además de estar apartado, en el siglo pasado la comarca de las Batuecas no disponía de carreteras y la única forma de acceder a alguna casa habitada era cruzando caminos de herradura (a veces, ni eso) a través de frondosos bosques y montes (esto recuerda a algún pueblo de las Altas Cinco Villas en el pasado siglo)
Tal era el desconocimiento de estas tierras y el aislamiento que vivía su gente respecto al resto de España que Lope de Vega, a finales del siglo XVI, escribió una comedia titulada “Las Batuecas del Duque de Alba” en la que una pareja de enamorados, huyendo de la ira del Duque, y no sintiéndose seguros en España, se adentraron en Las Batuecas, región de la que, posteriormente, el Maestro Alonso Sánchez escribiría, en 1634, en su libro de Rebus Hispaniae Anacephalaeosis  “…que por su aspereza no avían sido penetradas de ninguno de sus vecinos que dellos. […] avían descubierto un valle, y en él unos hombres sin culto, ni ornato del cuerpo, y de lenguaje no conocido, sino es algunos términos semejantes a lo de los tiempos de los Godos, idólatras, como los Indios…” y que se sustentaban de castañas y bellotas[2]
A raíz de la comedia del insigne dramaturgo español, donde Lope de Vega describe a los habitantes de Las Batuecas como desconocedores del mundo exterior por no tener contacto con el mismo, así como su total ignorancia de los acontecimientos que sucedían en España, como que no sabían que España era un reino y que teníamos un rey, empezó a extenderse el dicho de “estar en las Batuecas” para designar a alguien que está en la inopia, despistado, sin cultura y sin conocimientos de cuanto le hablan, a la vez que usaban el término “batueco” para designar un “tonto, analfabeto, torpe e inculto”
Así que, tanto si es bato como batueco, huevo huero, por “estar en la batuecas” o albardero, parece ser que los luneros no escapan de un pseudogentilicio despectivo (como casi todos los pueblos)

A los layanenses (habitantes de la localidad cincovillesa de Layana) también se les llama batuecos.



[1] https://educacion.elpensante.com. “Sufijos peyorativos o despreciativos” El pensante, 25/noviembre/2017.
[2] Maestro Alonso Sánchez. De Rebus Hispaniae Anacephalaeosis. Lib. 7, cap. 5 (de Batvecis), ff.368-370.





BIBLIOGRAFÍA


-D.R.A.E. “Bato”, “Batueco”, “Huevo huero”, “Las Batuecas”
-ROMANOS HERNANDO, FERNANDO. Diccionario aragonés de las comarcas de la Alta Zaragoza.
-SÁNCHEZ, ALONSO. De Rebus Hispaniae Anacephalaeosis, Lib. 7. Typis Antonii Dvplastre, 1634.
-Cuadernos de etnología de Guadalajara, nº 32-33. Institucion provincial de cultura “Marqués de Santillana”. Mª del Pilar Cruz Herrera. Diccionario de gentilicios y seudogentilicios de la provincia de Guadalajara. Excma. Diputación de Guadalajara, 2001.

En la web:
-etimologias.dechile.net. Diccionario etimológico. Voz: “Bato”
-https://educacion.elpensante.com. “Sufijos peyorativos o despreciativos” El pensante, 25/noviembre/2017
-http://365palabras.blogspot.com/2012/11/batueco-ca.html. La llave del mundo. Voz: “Batueco/ca”




domingo, 20 de enero de 2019

"ÑAIS" LOS DE TAUSTE



                           “Ñai” es una interjección muy usada por los vecinos de la localidad cincovillesa de Tauste y su comarca. “Ñai” es un vocativo que suele usarse como expresión apelativa o conativa, teniendo que ver, en la mayoría de los casos, con la interacción comunicativa previa al diálogo, a modo de función fática o de contacto, como un saludo, aviso o advertencia al oyente de que estamos ahí y deseamos iniciar una conversación, en un símil al uso de otros vocativos como el “co” o el “eu” de otras zonas de Aragón, aunque puede tener otras connotaciones, como expresar frustación o sorpresa[1], expresando el vocablo "ñai" con diferente enfatización dependiendo del contexto de lo que se quiere decir.. Y es, precisamente por ser los taustanos quienes sólo utilizan esta expresión, por lo que sus vecinos los conocen con el pseudogentilicio de “ñais”, por usar tanto este vocablo que al resto de la gente les resulta tan peculiar, y que la catedrática de Lengua María Antonia Martín Zorraquino, estudiosa de las interjecciones propias del habla de Tauste, reconoce y define como “elementos léxicos característicos de determinadas zonas y que colorean áreas del mundo hispanoparlante”[2]
Unos ejemplos:
- ¡Ñai! ¿Qué tal estás, Manolo?
-¡Ñai! ¡Qué mala suerte!
-¡Ñai! ¡Me ha tocado la lotería!







[1]  María Antonia Martín Zorraquino. "Palabras de gratitud a "El Patiaz" y a los taustanos". Boletín "El Patiaz" nº 38, pp-3-5.Asociación Cultural "El Patiaz". Junio, 2018.
[2] Cristina Adán.”Heraldo de Aragón”. 09/05/2009. [ Expresiones “made in” Aragón.]

LAS PRÁCTICAS CREDITICIAS EN SOS TRAS LA EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS


Prestamistas judíos en una ilustración del "Vidal Mayor"

Cuando, en 1492, muchos judíos abandonaron Sos, también lo hicieron con ellos los prestamistas hebreos que solucionaban los problemas crediticios de los vecinos de la Villa y de la comarca. La expulsión de los judíos de Sos supuso un verdadero desastre para la economía del pueblo en muchos aspectos, pero no sólo a nivel local, también a nivel nacional, como bien expresa el historiador José Amador de los Ríos: “fue el Decreto de 31 de marzo grandemente desastroso para el comercio, la agricultura y no pocas artes industriales, como lo fue también para la población de España, produciendo en consecuencia una perturbación altamente nociva en el creciente desarrollo de la nación cultural”[1]
 Sin embargo, en Sos, este desastre no resultó tan perjudicial en relación con los préstamos, pues los sosienses encontraron otras alternativas y formas crediticias, a intereses más bajos, para cubrir los préstamos, ocupándose de ello, como si de un “relevo” se tratara, algunos vecinos de la villa, sobre todo de familias dominantes del municipio, como así hizo la familia Ruiz, que consiguió hacerse con los derechos de la familia judía de los Alfrangil de Biel en las deudas que se les debían en la zona[2].
Así, por ejemplo, cuando Faym Alfrangil se marchó a vivir a Sangüesa tras la expulsión, fue el sosiense Juan Ruiz quien actuó como procurador para cobrar sus créditos[3], y el 16 de marzo de 1495 vendió a su hijo, también llamado Juan, por 4.000 sueldos, todos los derechos sobre sus deudos, comandas y juramentos de trigo y del dinero del Gállego hacia la parte de Biel que anteriormente le había comprado al propio Faym Alfrangil en Biel el 11 de junio de 1492[4].
Si hasta esta fecha los Ruiz casi no habían otorgado ningún crédito, desde ese momento se prodigaron en estas prácticas económicas; así, en 1495 concedieron al menos 355 sueldos, ocho cahíces y seis fanegas de trigo a través de cuatro comandas, en 1502, 220 sueldos en dos préstamos; en 1510, quince cahíces en dos operaciones y en 1514, 1248 sueldos en tres emprésitos[5].

                     A los Ruiz, aprovechando la desaparición de la comunidad judía de la Valdonsella, y viendo los suculentos beneficios que podían reportarles la práctica de esta actividad, se les sumaron otras familias importantes de Sos, como los Carlos, los Guerrero, los Gil de Urriés, los Murillo, los Sen, los Español o los Zareco[6].
                    Pero estos vecinos no sólo se dedicaron a conceder préstamos de consumo, sino que también fue una práctica muy habitual en ellos la venta de censos consignativos sobre bienes inmuebles, préstamos de comandas para comprar materias primas, préstamos al concejo en momentos de necesidad, compra de deuda pública emitida en censales,…;ampliaron sus actividades financieras hacia el arrendamiento de los abastos, de los bienes propios, de los impuestos y de las rentas eclesiásticas; la compra de los excedentes agrarios para comercializarlos, obtener la primicia, el monopolio de venta del vino y el arrendamiento, tras subasta pública, de los molinos de la Villa, una inversión muy rentable teniendo en cuenta que el pan era el sustento básico de una población que en Sos, en esos años, experimentó un incremento considerable de vecinos[7].
Estas prácticas crediticias que dejaron los judíos que se marcharon de Sos, sumadas al resto de las actividades comerciales y financieras citadas, consiguieron que estas familias acomodadas de la Villa incrementaran su estatus y su prestigio disfrutando de un destacado poder en la villa, pudiendo desempeñar cargos públicos en el concejo, controlar los aparatos de decisión municipal y orientar la política económica de la localidad en favor de sus intereses particulares y personales pues, de alguna manera, la sociedad estaba en deuda con ellos. Y este prestigio que obtuvieron fue tan grande que incluso algunos de ellos llegaron a alcanzar la infanzonía.
Pero ¿qué hubiera pasado si los judíos no se hubieran marchado de España? Lamentablemente es un asunto que nunca sabremos. Lo que sí sabemos con certeza es que los judíos sefardíes en Europa y sus colonias, donde no tuvieron las prohibiciones y restricciones impuestas en la Península, supusieron un acontecimiento del más alto nivel en la expansión económica, marítima y colonial desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVIII[8].
Fueron los pioneros en la creación y desarrollo de algunas de las nuevas formas de capitalismo, como los bancos, las bolsas, los seguros, las sociedades anónimas o los instrumentos de cambio [...] Esta comunidad asumió la hegemonía del mundo mercantil sefardí gracias a unos vínculos económicos que se extendían desde Europa occidental al nordeste brasileño y a la zona del Caribe[9].
Por este motivo sabemos que se perdió un gran contingente de personas de gran valor cultural, social y económico para la comunidad. Resulta tristemente irónico ver cómo ese pueblo hebreo que expulsó Fernando "el Católico" de la Península fue codiciado por otros países a los que los judíos dieron un fuerte impulso en materia comercial, económica y financiera, como los Balcanes, Italia u Holanda.
Pero, en el transcurso del siglo XVIII, la importancia sefardita en la economía internacional comenzó a decaer por causas políticas, sociales,  económicas y antisemitas, hasta que a finales del siglo se produjo el total derrumbamiento del mundo sefardí y el cierre de una página de la historia mundial en la que un puñado de judíos que huyeron de la Península Ibérica en los albores de la Era Moderna tuvieron un papel inestimable en la economía europea al más alto nivel[10].



[1] José Amador de los Ríos. Historia de los judíos de España y Portugal, p. 782. Aguilar. Madrid, 1960.
[2] Abellá Samitier, Juan. Sos en la Baja Edad Media, p. 205. I.F.C. (C.S.I.C.) Diputación de Zaragoza, 2012.
[3] A.H.P.S., Juan Zareco, p. 435, f. 28v.
[4] A.H.P.S. Miguel del Sen, p. 453, ff. 21-21v, en: Juan Abellá Samitier. Op. cit…,p.206.
[5] Abellá Samitier, J. Op. Cit…p.206.
[6] Ibidem
[7] Ibibem…pp.206-211
[8] Jonathan I. Israel, “The Sephardi Contribution to Economic Life and Colonization in Europe and the New World (16th-18th Centuries)”, Moreshet Sepharad: The Sephardi Legacy, editado por Haim Beinart, (Jerusalén: The Magness Press, 1992), pp. 367-370.) Nota 62 en: José López Thomas de Carranza. T.F.G. El impacto económico en la economía de Castilla de la expulsión de los judíos, p. 23.Universidad Pontificia Comillas. Madrid, 2014
[9] López  Thomas de Carranza. El impacto económico…op. cit, p.37.
[10] Ibidem, p. 38.







BIBLIOGRAFÍA

-ABELLÁ SAMITIER, JUAN. Sos en la Baja Edad Media. Una villa aragonesa de frontera. I.F.C. (C.S.I.C.) Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 2012.
-AMADOR DE LOS RÍOS, JOSÉ. Historia de los judíos de España y Portugal. Aguilar. Madrid, 1960.
-COHEN, MARIO EDUARDO. “Lo que Hispanoamérica perdió: El impacto de la expulsión en su atraso cultural y económico”, en Alcalá Galve, Ángel, (Coord), pp. 424-454. Judíos. Sefarditas. Conversos. La expulsión de 1492 y sus consecuencias. Ámbito. Valladolid, 1995. Ponencias del Congreso Internacional celebrado en Nueva York en noviembre de 1992.
-LÓPEZ THOMAS DE CARRANZA, JOSÉ. El impacto económico en la economía de Castilla de la expulsión de los judíos. Trabajo Fin de Grado. Universidad Pontificia Comillas. Madrid, 2014.

viernes, 11 de enero de 2019

"SOCARRACRISTOS" Y "CHAPUCEROS" LOS DE ASÍN



             Estos dos seudogentilicios con los que se conoce a los habitantes de Asín proceden, según cuenta la tradición oral, de un mismo suceso ocurrido hace tiempo.
            Cuenta la tradición que los vecinos de Asín llevaron un día a Ejea de los Caballeros el Cristo de la iglesia para que lo repintaran, pues estaba muy estropeado. Cuando pasaron a recogerlo unos días más tarde todavía no se había secado bien la pintura y barnices de la restauración, pero los asineros que fueron a buscarlo, teniendo prisa en recoger el Cristo y llevarlo de nuevo a su iglesia, lo taparon  con unas mantas, lo cargaron en las mulas y regresaron con la sagrada imagen a su pueblo. Al retirar las mantas observaron que las pelusas y “filarchos” de las mismas habían quedado adheridas a la todavía fresca pintura del Cristo y no se les ocurrió otra cosa para quitárselas que chamuscarlas con fuego. Os podéis imaginar el resultado. Esta  “chapuza” es la que hizo que los pueblos vecinos se rieran de ellos y “bautizaran” a los asineros con los apodos de “chapuceros” y “socarracristos”.
           También llaman “socarracristos” a los habitantes de Bierge (Huesca) y cuentan exactamente la misma historia, excepto que el Cristo es llevado a un taller de restauración de Huesca en vez de a Ejea.
               Igualmente llaman “socarracristos” a los habitantes de San Pedro de Torelló (Barcelona) si bien, en este caso, la leyenda varía un poco.

domingo, 6 de enero de 2019

SOS DEL REY CATÓLICO (ROMANCE)




                         José Anselmo Oruj, en su libro “poesía de municipios y personajes en las Cinco Villas”(ver) narra este romance lírico de Sos del Rey Católico, típico de la poesía popular.

Sos del Rey Católico

Eres Sos en Cinco Villas
la que más te haces sonar
porque tienes algo grande
sobre todas las demás.

Con Navarra eres frontera
de Aragón eres por ley
y en la casa de los Sada
el nacimiento del rey.

Desde otro reino apurando
en el vientre de su madre
por nacer en Aragón
que es la patria de su padre.

Custodiado estás por sierras
la de Peña y la de Leyre
la mayor Santo Domingo
que te mira desde el este.

Con caudal irregular
además de ser escaso
te acompaña el río Onsella
aunque no es mucho, a su paso.

Regadío no en exceso
pero sí el agua del cielo
contribuyen a llenar
la cosecha en tu granero.

De las Altas Cinco Villas
su capital eres tú
desde Pintano a Longás
y de Urriés hasta Gordún.

Campo Real y Barués
hoy seiscientos habitantes
los que están en su padrón
con Mamillas y Sofuentes.

Iglesia de San Esteban
y casa consistorial
con el Palacio de Sada
mucha fama a tí te dan.

Monasterio de prestigio
Valentuñana lo es
donde clérigos formó
instruidos en la fe.

En la Peña Feliciana
tu castillo se erigió
la mayor parte en madera
toda ella se perdió.

La Torre del Homenaje
hoy está reconstruida
y de lana por sus hijos
en sus paredes tejida.

Una ermita dedicada
en principio a San Miguel
Santa Lucía es después
quien le da gracias a él.

Isidoro Gil de Jaz
quien fue ministro del rey
lo escogió Carlos III
confiando mucho en él.

Aunque no nació en tu villa
un colegio con su nombre
y que en ella se crió
lo recuerda para siempre.

Tu barrio La Judería
hoy Plaza de la Sartén
callejones sin salida
guardan recuerdo de él.

También La Lonja otra joya
de aquel tiempo Medieval
hoy alberga biblioteca
en su sala principal.

Propaganda no hace falta
para irte a visitar
todo aquel que va repite
con tu arte a disfrutar.

sábado, 5 de enero de 2019

CARTA EN UNA BOTELLA (CUENTO)



                 Carta en una botella es un bonito cuento de aventuras de la escritora y profesora María Jesús Varela que transcurre en la localidad cincovillesa de Sos del Rey Católico. El libro está editado por la editoroal Edinumem y pertenece al nivel "verde" de la colección "Lecturas Gominola"
              
              El cuento, orientado a pequeños lectores de entre diez a doce años y destinado al aprendizaje de la lengua española, narra las aventuras de dos jóvenes amigos que tratan de resolver un grave problema linguístico que padecieron las personas mayores de Sos del Rey Católico.
            Según cuenta Mª Jesús Varela en la introducción del libro, se trata de un cuento anónimo que ella mismo encontró dentro de una botella que había arrastrado el mar hasta la playa de Mugardos (La Coruña)

              Los dos amigos, a quienes su autor les concede el protagonismo del relato, bien pudieran ser dos personas ficticias sacadas de la imaginación del mismo, pero realmente son los nombres de dos personajes históricos; se trata del escudero y escritor Martín Martínez de Ampiés (ver) y del también escritor e impresor, el alemán Bernardo De Breidenbach, autor del libro “Viaje a Tierra Santa” y que Martín de Ampiés tradujo al castellano en 1498, si bien en el cuento no se hace mención alguna a sus notables relevancias personales y sociales, sino que son dos jóvenes amigos, Martín y Bernardo que, entre palacios antiguos, magia, palabras incomprensibles y animales que hablan, viven una apasionante aventura en la pequeña localidad de Sos del Rey Católico.

LA PERLA DEL ONSELLA (ODA)

                                 
El Padre D. José Beltrán Roche



                         El padre escolapio José Beltrán Roche, gran literato y poeta de principios del siglo XX dedicó esta oda a la villa de Sos, y que recoge el P. Máximo Garcés en su libro de Sos del Rey Católico.







La perla del Onsella


Noble Villa,
Villa hidalga,
rica perla del Onsella,
flor de heroica prosapia,
barandal de bronce y oro de la Historia,
de las Villas de Aragón la más bizarra,
la serrana de perfiles legendarios,
la princesa de los sueños encantada,
la que ciñe por cabellos áureas mieses,
la que ostenta por collar rojas manzanas,
la que borda con preciosos paisajes
su gentil manto de rosas y esmeraldas,
reclinada en tu almohadón de musgo y hiedra
en la cima de tu histórica montaña,
como estatua que los siglos patinaron
duerme y sueña en tus grandezas, Villa hidalga,
duerme y sueña sobre el oro de tus piedras
de tus ínclitos castillos y murallas.




BIBLIOGRAFIA

-GARCÉS ABADÍA, MÁXIMO. Sos del Rey Católico. Edilesa. León, 2009.



"LECHACINOS" LOS DE RUESTA

Lechacina. ( Foto: Wikipedia)



                A los habitantes del despoblado de Ruesta se les llama, popularmente, lechacinos.
            La lechacina, o lechacino, también llamada cerraja, o cerrajón,  es una planta silvestre no comestible que suele crecer entre los cultivos, preferentemente de regadío, que aprovechan la humedad del suelo para crecer rápidamente, ralentizando y privando así el normal desarrollo del cultivo o la cosecha plantada por el agricultor. El lechacino es, digamos, una de las muchas malas hierbas que pueden arruinar una cosecha, y se llama así por ser productora de una savia de aspecto lechoso (látex)
            Con este nombre eran apodados los vecinos de Ruesta, dando a entender que tienen los campos abandonados y plagados de lechacinos, por lo que sus cosechas resultaban ser muy pobres, cuando en realidad sería todo lo contrario y los vecinos de los pueblos limítrofes verían con envidia las abundantes y fructíferas cosechas de los ruestanos, mejores que las suyas, dando así origen al pseudogentilicio de” lechacinos”.  También hay quien dice que este apodo es personal, atribuyéndolo a la forma de ser de los de Ruesta que, al igual que las lechacinas, no sirven para nada, pues lo único que hacen es estorbar, dificultar e impedir el normal crecimiento de las cosechas.

"CARACOLEROS" LOS DE NAVARDÚN


   
     
          
           La afición a coger y comer caracoles en algunos pueblos ha llevado al resto de municipios cercanos a ellos a ponerles el apodo o seudogentilicio de caracoleros.
Como ejemplo cercano tenemos Navardún. Cuenta la tradición popular que era tal el hábito del consumo de este molusco por parte de sus habitantes que un día que marchaban de romería a Javier con el párroco empezó a llover y, la gente, desentendiéndose del peregrinaje,  se puso a coger caracoles.
            También se les llama caracoleros, por el mismo motivo, a los habitantes del municipio oscense de Agüero, apodo que llevan con orgullo. Tanto es así que el Ayuntamiento,en el año 2009, al recuperar la tradición carnavalera de la “Festa d´as Mascaretas”, cambió la figura de “el hombre de fe” (personaje que presidía la comparsa asegurando que todas las personas que iban disfrazadas eran gente de buena voluntad) por el “caracolero”, personaje cubierto con una tela de saco adornada toda ella con infinidad de conchas de caracoles.
                Existe un dicho popular en Agüero que dice: 

“Agüero caracolero,
caracolero ladrón,
espaldaste cuatro tapias
por coger un caracol”

                Igualmente a los habitantes de la localidad riojana de Tricio también se les llama caracoleros, y también por la misma razón de la afición al consumo de estos gasterópodos. Curiosamente este municipio tiene fama por sus riquísimos guisos de caracoles.
                Además, en Tricio, tiene lugar, en las fiestas de San Bartolomé, que se celebran el 24 de agosto, el “Festival del caracol”, con degustaciones del molusco y con la conocidísima “carrera de caracoles”, siendo una de las 10 fiestas más curiosas de Europa según el conocido Portal Internacional “Viajeros piratas”
Un dicho popular dice:

“Caracoleros de Tricio,
hombres de gran corazón,
que se subieron a la torre
a buscar un caracol”

               También a los habitantes de Sabiñán (Zaragoza) se les llama caracoleros por su afición a coger caracoles tras las lluvias y por su costumbre de cocinarlos.