El día de Jueves Santo se celebra por las calles de la
Villa una tradición muy peculiar que había desaparecido, y que recientemente se
ha recuperado; tradición, por otra parte, que se celebra en muchos municipios
de España: el Reloj de la Pasión.
Esta tradición se remonta aproximadamente a 1760. En Sos anteriormente la realizaban los niños de las Escuelas Pías, hasta que
éstas se cerraron, siendo desde entonces los chicos que la parroquia disponía
los que lo realizaban este día y durante la Cuaresma. Actualmente lo representan
voluntarios del pueblo de todas las edades.
Representación del Reloj de la Pasión por las calles de Sos |
Sobre el mediodía del Jueves Santo, salen de la
Iglesia de San Esteban doce personas, representando a los apóstoles, vestidos
con túnicas y portando cada uno de ellos una vara de madera a modo de astil en
cuyo extremo superior vienen reflejados distintos símbolos alusivos a la pasión
de Jesús. Al mismo tiempo que recorren las calles del pueblo van recitando con
una entonación muy peculiar y característica “el Reloj de la Pasión”. Una
persona lleva una bolsa pidiendo “la limosna de Judas”. La cuestación, antaño, era en
beneficio propio; actualmente esta recaudación se destina para sufragar los gastos propios de los participantes o para las cofradías del municipio.
“El Reloj de la Pasión” son cantos religiosos, de
autor anónimo, formados por estrofas de cuatro versos octosílabos, formando lo
que podría llamarse un poema lírico-narrativo. En él se representa la Pasión de
Jesús siguiendo hora a hora cada uno de los momentos que, según los evangelios,
padeció Nuestro Señor. El poema abarca desde las siete de la tarde del Jueves,
con el lavatorio de pies a sus discípulos, hasta las 6 de la tarde del Viernes,
hora en que, según el poema, fue enterrado su cuerpo.
Los símbolos que portan hacen alusión a la Pasión de Jesús |
La entonación popular con la que se canta este poema,
presenta unas tonalidades y cadencias a las que se somete todo el texto,
haciendo que, a veces, se distorsione la acentuación normal de las palabras en
favor del ritmo musical.
Todas las estrofas son isométricas, versos octosílabos, en los que se asocian de un modo constante los elementos de timbre, tono e intensidad en torno a la penúltima sílaba de todos los versos que forman la estrofa para constituir el axis o eje rítmico que en este caso es isopolar, pues el acento estrófico recae siempre en la séptima sílaba. Se trata, por tanto, de un ritmo trocaico.
A lo largo de todo el poema encontraremos una desigualdad en la colocación de los demás acentos dándose un equilibrio entre acentos rítmicos y antirrítmicos. A esta asociación constante de los elementos de tono e intensidad en la penúltima sílaba se une, para lograr mayor expresividad, la rima, compuesta por dos redondillas en las estrofas 3 y 12, y por cuartetas en las estrofas 5,7,16 y 25, ofreciéndonos las restantes estrofas rimas en los versos pares quedando libres los impares, existiendo un predominio casi absoluto de rima consonante, consiguiendo de esta manera gran agilidad rítmica y gran expresividad, por lo que este sistema ha sido muy utilizado en la rima popular.
Todas las estrofas son isométricas, versos octosílabos, en los que se asocian de un modo constante los elementos de timbre, tono e intensidad en torno a la penúltima sílaba de todos los versos que forman la estrofa para constituir el axis o eje rítmico que en este caso es isopolar, pues el acento estrófico recae siempre en la séptima sílaba. Se trata, por tanto, de un ritmo trocaico.
A lo largo de todo el poema encontraremos una desigualdad en la colocación de los demás acentos dándose un equilibrio entre acentos rítmicos y antirrítmicos. A esta asociación constante de los elementos de tono e intensidad en la penúltima sílaba se une, para lograr mayor expresividad, la rima, compuesta por dos redondillas en las estrofas 3 y 12, y por cuartetas en las estrofas 5,7,16 y 25, ofreciéndonos las restantes estrofas rimas en los versos pares quedando libres los impares, existiendo un predominio casi absoluto de rima consonante, consiguiendo de esta manera gran agilidad rítmica y gran expresividad, por lo que este sistema ha sido muy utilizado en la rima popular.
La letra del poema, como ocurre en todas las
tradiciones que se transmiten oralmente, va modificándose y adaptándose al
lenguaje particular de cada zona, pueblo, comarca o región, si bien el mensaje
es el mismo en todas las versiones, presentando a la consideración de los
fieles cristianos, con todo detalle, los hechos que fueron ocurriendo a lo
largo del día de la Pasión, invitándonos a la reflexión y al arrepentimiento de
nuestros pecados, consiguiendo así la salvación eterna.
El Reloj de la Pasión |
La letra del Reloj de la
Pasión que a continuación se expone corresponde a un libro titulado
“pasionario popular” recopilado por Faustino Gutiérrez, siendo muy similar a la narrada en Sos.
RELOJ DE LA PASION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Es la Pasión de Jesús
un reloj de gracia y
vida,
reloj y despertador
que a gemir y orar
convida.
Oye, pues, oye sus
horas,
y en todas dí
agradecido:
¿Qué os
daré mi Jesús,
por
haberme redimido?
Vuestro
reloj, Jesús mío
devoto
quiero escuchar,
y en
cada hora cantar
lo que
por mí habéis sufrido.
Cuando a
las siete os veo
humildes
los pies lavar,
¿cómo si
no estoy muy limpio
me
atreveré a comulgar?
A las
ocho instituiste
la cena
de vuestro altar,
y en
ella, Señor, nos diste
cuanto
nos podías dar.
A las
nueve el gran mandato
de
caridad renováis,
que
habiendo amado a los tuyos
hasta el
fin, Jesús, amáis.
Llegan
las 10 y en el huerto
oráis al
Padre postrado,
haced,
mi Jesús amado,
que yo
pida con acierto.
Sudando
sangre a las once
os
contemplo en agonía:
¿cómo es
posible, mi Dios,
que
agonice el alma mía?
A las
doce de la noche
os
prende la turba armada
y luego,
en casa de Anás
recibes
la bofetada.
A la una
de blasfemo
el impío
Caifás os nota,
y
enseguida contra vos
la
chusma vil se alborota.
A las
dos, falsos testigos
acusan
vuestra inocencia:
¡ qué
impiedad y qué descaro!
¡qué
indignidad y qué insolencia!
A las
tres os escarnecen
e
insultan unos villanos,
que con
sacrílegas manos
os dan lo
que ellos merecen.
¡Qué
dolor cuando a las cuatro
os
niega, cobarde, Pedro!,
mas Vos,
Jesús, le miráis
y él
reconoce su yerro.
Las
cinco son y se junta
el
concilio fulminante,
y dicen:
“ ¡ muera Jesús,
muera en
la cruz al instante!”
A las
seis sois presentado
ante
Pilatos el juez,
y él os
publica inocente
hasta
por tercera vez.
A las
siete, por Pilatos
a
Herodes sois remitido,
como
seductor tratado
y como
loco vestido.
A las
ocho, nuevamente,
preso a
Pilatos volviste,
y
entonces a Barrabás
propuesto,
Jesús, te viste.
A las
nueve, seis verdugos
os
azotan inhumanos,
y para
ello a una columna
os atan
de pies y manos.
A las
diez, duras espinas
coronan
vuestra cabeza,
espinas
que en vuestras sienes
clavan
con dura fiereza.
Cuando a
las once os cargan
una cruz
de enorme peso,
entonces
veo, ¡OH mi Dios!
cuánto
pesan mis excesos.
A las
doce, entre ladrones,
Jesús,
os veo clavado,
y se
alienta mi esperanza
viendo
al uno perdonado.
Es la
una y encomiendas
a Juan
tu querida Madre,
y luego
pides perdón
por nosotros
a tu Padre.
A las
dos otra vez hablas
sediento
como Ismael,
y al
punto te mortifican
con el
vinagre y la hiel.
A las
tres gritas y dices:
“ya está
todo concluído”.
mueres y
llora tu muerte
todo el
orbe estremecido.
A las
cuatro, una lanzada
penetra
vuestro costado,
donde
salió sangre y agua
para
lavar mis pecados.
A las
cinco, de la cruz
os bajan
hombres piadosos
y en los
brazos de tu Madre
os
adoran religiosos.
A las
seis, con gran piedad,
presente
también María,
entierran
vuestro cadáver
y ella
queda en agonía.
¡Triste
Madre de mi Dios,
sola,
viuda y sin consuelo!
ya que
no puedo llorar,
¡Llorad,
ángeles del cielo!
El reloj
se ha concluído,
sólo
resta, pecador,
que
despiertes a sus golpes
y adores
al Redentor.
Si me
quieres contemplar
en la
cruz y en el sepulcro,
en esta
noche no duermas
y la
gloria te aseguro.
Dada la extensión del poema, la dificultad de las
estrofas y sus rimas, resulta muy difícil su memorización, por lo que
actualmente se lleva escrito en papel y lo van cantando a la vez que lo leen;
pero hay vecinos de Sos que recuerdan que hace años a los niños que
representaban “el Reloj de la Pasión” les obligaban a aprendérselo de memoria,
y la gente del pueblo se acercaban a los niños y les pedían : ...”cántame la
quinta hora, o la undécima...”, y si el niño la recitaba de memoria le echaban
unas monedas en el “saco de Judas”.
Los 12 símbolos que portan los 12 "apóstoles"del Reloj de la Pasión
-Un Sol
-Una Luna
Estos dos símbolos tienen diversos significados en la creencia popular, hay quien los interpreta como una referencia a lo eterno, otros como que el poder divino está por encima de ellos; según San Agustín simbolizan la relación prefigurativa de los Testamentos cristianos; pero el significado más aceptado referente a la Pasión es su relación con las horas del crepúsculo (entre el día y la noche), momento de la Pasión de Jesús, aunque también hay quien los relaciona con el eclipse total de Sol que se produjo tras su expiración.
Estos dos símbolos tienen diversos significados en la creencia popular, hay quien los interpreta como una referencia a lo eterno, otros como que el poder divino está por encima de ellos; según San Agustín simbolizan la relación prefigurativa de los Testamentos cristianos; pero el significado más aceptado referente a la Pasión es su relación con las horas del crepúsculo (entre el día y la noche), momento de la Pasión de Jesús, aunque también hay quien los relaciona con el eclipse total de Sol que se produjo tras su expiración.
-Una bolsa de monedas, simbolizando la traición de Judas.
-Una mano, representando la mano de Caifás, el sumo sacerdote del sanedrín que abofeteó a Jesús.
-Una mano, representando la mano de Caifás, el sumo sacerdote del sanedrín que abofeteó a Jesús.
-Un flagelo, símbolo de los latigazos que recibió Jesús.
-La corona de espinas
-Unos dados, simbolizando el sorteo que hicieron los romanos con las ropas de Jesús.
Como símbolos de la crucifixión están:
-Un martillo
-Tres clavos
Simbolizando la agonía en la Cruz:
-Una esponja sobre un palo, representando una de las Siete Palabras, concretamente la quinta : "tengo sed"; cuando un centurión le acerca la esponja empapada en hiel y vinagre.
Como símbolo final del sufrimiento, la lanza de Longinos certificando su muerte.
Y por último, simbolizando el descendimiento, unas tenazas, representando su uso en la extracción de los clavos de la cruz.
Y por último, simbolizando el descendimiento, unas tenazas, representando su uso en la extracción de los clavos de la cruz.
Los dados |
El martillo |
La esponja, los clavos y la bolsa de Judas |
BIBLIOGRAFIA
-FERNÁNDEZ
MARCOS, VICENTA. El reloj de la
pasión. Revista de folklore. Fundación Joaquín Díaz, nº 118, pp. 137-140. T.
10 b. Año 1990.
-QUILIS,
A. Métrica española. p. 48.
Ariel. Barcelona, 1984