Página principal

Blogs que sigo

domingo, 17 de noviembre de 2024

UN PEQUEÑO JARDÍN BOTÁNICO EN SOS

 

Una mesa, dos sillas, un árbol y un jardín botánico adecentan este solar en Sos del Rey Católico. 

              

Hotel de insectos

                  Paseando por las calles de Sos del Rey Católico, encontré un curioso espacio que ocupaba un abandonado solar, que siempre estaba cubierto de hierbas, maleza, matojos y vegetación salvaje, convertido en un pequeño y coqueto jardín botánico. Cuál fue mi sorpresa al encontrarme con el pequeño solar limpio de hierbajos, en el que dejaron en su centro un árbol que había crecido espontáneamente; en su pie habían colocado una mesa y dos sillas, invitando al paseante a sentarse bajo su sombra a leer un libro o, sencillamente, a sentir la suave brisa sobre su piel. Maravilloso y relajante. Y colgando del tronco del árbol, un hotel de insectos, un curioso artilugio de fabricación casera que sirve tanto de refugio para los insectos autóctonos como para facilitar otras interesantes funciones naturales imprescindibles en la madre naturaleza (junto al tronco del árbol encontramos un cartelito explicativo). Otro cartel a la entrada del solar anuncia: “El balcón de Valentuñana”. (No hay que ser un lince para saber por qué le han puesto este nombre).

            Pero no queda aquí la cosa. Alrededor del solar crecían, suntuosas, diferentes plantas embelleciendo el  lugar, la mayoría aromáticas, medicinales y culinarias, con un cartelito en cada una de ellas en el que podía leerse la variedad de plantas allí expuestas y sus  propiedades, tanto medicinales como culinarias. En el cartel de entrada al solar puede leerse que la mayoría de las plantas expuestas han sido recogidas en el viejo camino que baja hasta el monasterio de Valentuñana, pues son muy comunes en nuestro entorno: espliego, menta, tomillo, caléndula, romero, melisa…, entre otros, y que son plantas que utilizaban nuestros antepasados como terapia y remedio contra las enfermedades y los males que afligían a los sosienses hasta mediados del pasado siglo; incluso aún hay quien las sigue utilizando actualmente dependiendo del tipo de molestia que padezca el enfermo.  

                En resumen, un mini jardín botánico, explicativo y muy bien cuidado, adecentando un abandonado solar de la villa que hasta ahora había sido un vergel y convirtiéndolo en un curioso y coqueto espacio para gozo y disfrute del paseante. 

            El jardincito se encuentra en la parte trasera del Parador de Turismo, en las llamadas “casicas del cura”, justo al principio de la calle que da entrada a las mismas (calle de las Damas) y junto a las escaleras que conducen, en bajada, a la carretera, y es obra de una joven pareja que vive en una de las citadas casas y a la que hay que felicitar por su curiosa y brillante iniciativa. Una “cucada” que te llama y te invita a curiosear y a conocer el lugar, porque no pasa desapercibido si paseas por allí.

              Si vas, seguro que te sientas en una de las sillas bajo el árbol e intentarás curiosear y ver si el hotel de insectos tiene huéspedes.Resulta tentador.






No hay comentarios:

Publicar un comentario