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domingo, 18 de agosto de 2024

SENDERISMO. RUTA 6. FUENTE LA RETADOLLA-CERRO DE LA MINA-VALENTUÑANA

 

Cerro de la mina, visto desde la carretera de Navardún, paso intermedio de nuestra ruta.

                           Recorrido circular de tres horas de duración (ida y vuelta), de dificultad media, pues tanto el ascenso como el descenso del cerro hay que realizarlo atravesando la agreste y salvaje vegetación, ya que no existen caminos ni sendas.

                         Tras llegar a la fuente de la Retadolla ascenderemos al cerro de la Mina, ubicado al norte del municipio de Sos del Rey Católico, en la partida conocida como Arbe, a poco más de un kilómetro de distancia del núcleo urbano; descenderemos por la ladera opuesta al ascenso y regresaremos a Sos pasando por el convento de Valentuñana.

Portal del Mudo, punto de inicio del recorrido

                         Comenzamos el recorrido en la carretera de circunvalación de Sos del Rey Católico, frente al Portal del “Mudo”. Iniciamos la marcha en el camino que hay junto a la única casa existente frente al citado portal y, nada más empezar el camino, tomamos el primer desvío a nuestra derecha, rodeando la casa, e iniciamos el descenso de la colina sobre la que se asienta Sos. Cruzamos la carretera y continuamos descendiendo hasta salir junto a una nave en la carretera  de Navardún (A 1601). De frente podemos ver el cerro de la Mina, nuestro paso intermedio de hoy. En este punto tomamos dirección izquierda hacia el cruce con la A127 y, por la misma carretera, seguimos 200 metros dirección Sangüesa hasta la primera curva, donde, por nuestra derecha, veremos un camino en leve bajada que nos llevará hasta la fuente de la Retadolla.

Rodeamos la casa que hay frente al Portal del Mudo

Nave junto a la carretera de Navardún

Giramos a la derecha dirección Sangüesa

Fuente de la Retadolla

                    Este es buen momento y lugar para llenar nuestra cantimplora en una de las fuentes del municipio de Sos del Rey Católico de mejor calidad del agua. Es una lástima que este bucólico espacio natural, rodeado de una hermosa chopera, quede deslucido por la acción de unos vándalos que han grafiteado las piedras que conforman la estructura de la fuente. Seguimos la marcha como si fuéramos a salir de nuevo hacia Sangüesa y, poco antes de acceder a la carretera, tomamos el primer camino a nuestra derecha que nos llevará hasta el barranco que da nombre al lugar: barranco de Arbe. Si no son días de lluvia no tendremos ninguna dificultad para cruzar el cauce del barranco, y nada más atravesarlo vemos que el camino se bifurca; tomamos el camino de nuestra derecha que nos llevará hasta un campo de labor. A nuestra izquierda vemos ya el cerro de la Mina.

Cruzamos el barranco de Arbe

Tras cruzarlo, tomamos el primer desvío a la derecha

                        Se llama así porque en él se halla la bocamina de una mina de cobre, que no llegó a explotarse por considerarla no rentable. La mina es conocida como “mina de las Monjas”, en alusión a las monjas de las Hijas de la Caridad, de Sos del Rey Católico, propietarias de las tierras de este paraje.

                      En realidad, el cerro  está formado por dos elevaciones casi idénticas: una de 565m ( la situada más al norte) y otra de 561m ( un poquito más al sur), unidas por un pequeño collado intermedio.

                    Iniciamos el ascenso de la primera de ellas, la cima norte, por donde nos parezca bien, hacia la casa que vemos a mitad de monte, llamada “la casa blanca” por el encalado que lució en su día en toda su fachada, pero que ahora es prácticamente inexistente. A partir de este punto ya no hay ni caminos ni sendas. Tendremos que ir sorteando maleza y matorrales, por lo que es imprescindible llevar buen calzado y pantalones que nos cubran las piernas pues, sin ellos, las pequeñas coscojas, boj, enebros, algún que otro acebo, zarzas, tomillo, aliagas y vegetación típica mediterránea, nos dejarán las piernas repletas de arañazos.

La "casa blanca", al inicio del ascenso al cerro

                            Enseguida llegaremos a la abandonada “casa blanca”, con un gran corral y otras dependencias agropecuarias semiderruidas;  la bordeamos y seguimos ascenciendo hasta la cumbre, donde una coscoja hace de cima. Desde aquí podemos apreciar ya unas buenas vistas de Sos del Rey Católico, monte de San Cristóbal (Monte Paco), llanos de Camporreal, Sangüesa y, a lo lejos, la higa de Monreal. También divisamos la cima sur, cuatro metros más pequeña que la cumbre en la que nos encontramos, con una pintoresca formación rocosa en su cresta, de las mismas características que vimos en la Val de la Cruz(ver), rodeada de coscojas, lugar donde se encuentra la bocamina.


Camporreal con Sangüesa al fondo. En último término, la higa de Monreal, durante el ascenso.

                                Para llegar hasta ella cruzaremos todo el collado que tenemos frente a nosotros, bajando unos pocos metros de altitud, hasta iniciar el pequeño ascenso final que nos llevará hasta los enormes bloques de piedra. Aquí, en su parte norte, y a ras de suelo, podremos ver una pequeña oquedad que fue, en su momento, la entrada para hacer las prospecciones en la mina, actualmente bloqueada completamente por piedras en espera de una nueva valoración. Todavía puede apreciarse  en alguna zona de la tierra el color verde-azulado característico derivado de las areniscas cupríferas que conforman el yacimiento.


Pintoresco afloramiento rocoso en la cumbre de la cima sur

Bocamina con restos de areniscas cupríferas.
 
Vista de la cima norte desde la cima sur

Vista desde la cima sur, con Sos del Rey Católico y el monte de San Cristóbal (Monte Paco)
(En el centro de la imagen vemos la nave de la carretera de Navardún por la que hemos pasado antes)

                                                       Iniciamos el camino de regreso por la parte opuesta a la que hemos venido (prácticamente continuando en línea recta) Con el fin de orientarnos y fijar un rumbo, desde la cumbre podemos ver las arboledas que tapan por completo el monasterio de Valentuñana. Ese será nuestro rumbo. Al poco de iniciar el descenso veremos más abajo un campo de olivos largo de superficie pero no muy ancho. Descenderemos por lo que en su día fueron fajas de cultivo, ahora cubiertas de una densa maleza (la mejor forma de atravesarlas es zigzageando las fajas).  Tras cruzar el campo de olivos llegaremos a un campo de labor que bordearemos en dirección al barranco de Arbe, perfectamente reconocible por su inconfundible y ondulante vegetación de ribera. 

Campo de olivos en la parte final del descenso y, al fondo, la arboleda y vegetación que acompaña el barranco de Arbe.

                                    Del campo de labor se sale por un camino que directamente nos llevará hasta la carretera de Navardún A1601, junto al puente que cruza el barranco de Arbe. Nada más cruzar el puente tomamos a nuestra izquierda la carretera que nos llevará, tras cruzar otro barranco, hasta el cercano monasterio de Valentuñana (ver).

Camino hacia la carretera de Navardún

Salida del camino al puente sobre el barranco de Arbe, en la carretera de Navardún.

                                        De regreso a Sos, nada más cruzar este último barranco, tomamos el camino de nuestra izquierda que, perfectamente señalizado (GR1), nos llevará, en continuo ascenso, hasta el núcleo urbano de Sos, saliendo junto al Parador de Turismo.

Convento de Valentuñana