La vespa velutina,
conocida vulgarmente como avispa asiática, es una especie de avispa originaria
del sudeste asiático que en los últimos años se ha establecido en Europa y está
considerada en España como una especie invasora, aprobado por Real Decreto
630/2013 de 2 de agosto según la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del
Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que establece que se considera como
especie exótica invasora aquella que se introduce o establece en un ecosistema
o hábitat natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza para la
biodiversidad biológica nativa, bien sea por su comportamiento invasor o por el
riesgo de contaminación genética.
Esta avispa invasora se distingue de la
avispa común o autóctona por ser su tórax aterciopelado, de color negro, y el
abdomen también de color negro, a excepción del último segmento, que es
amarillo. La primera parte de sus patas son de color marrón oscuro
(la parte que arranca de su tórax), mientras que la otra mitad (las
extremidades de las patas) son también de color amarillo, siendo sus alas de
color oscuro y la cara anaranjada.
La vespa
velutina, aclimatada en su origen a un clima subtropical templado, se ha
establecido en España en varias zonas de su geografía, concretamente
en aquellas en las que las condiciones climáticas son muy similares a las de su
hábitat de procedencia, o sea, zonas húmedas y templadas: Galicia,
Asturias, Cantabria, Navarra, País Vasco, Cataluña…, por lo que, a priori, el
clima aragonés, con grandes contrastes entre el verano e invierno, no es muy
confortable para esta especie invasora pero, aunque sólo haya sido
puntualmente, ya han sido cuatro las intervenciones que en Aragón han realizado
los agentes de protección de la naturaleza, junto a bomberos y apicultores,
para retirar nidos de avispa velutina. La última, el pasado 30 de octubre, en
Sos del Rey Católico. Retiraron un nido de unas dimensiones de 75x55 cm y un
peso aproximado de 7 kilos[1].
Alfredo
Sanz, director técnico de la asociación aragonesa Arna Apicultura, ha comentado
que estos han sido casos puntuales y que, de momento, no suponen riesgo ni
problema alguno para Aragón, ya que la avispa velutina “es muy exquisita a la
hora de elegir dónde vivir”. No obstante, comenta, “siempre se debe
estar prevenido por si empiezan a establecerse en alguna ribera de algún río,
donde hay más vegetación”.
En cuanto a la picadura de la
avispa velutina no hay ningún motivo de alarma, pues resulta igual de molesta
que la de la avispa común. Es cierto que ha habido en Galicia tres muertes por
la picadura de esta avispa y alguna más en otras provincias, pero no porque su
picadura fuera mortal. La muerte por picadura de avispa velutina puede
producirse de la misma manera que por las picaduras de una avispa autóctona:
por sufrir varios picotazos de una sola vez, si se producen en zonas sensibles
del cuerpo o si la persona es alérgica a su veneno.
La alarma generada por este
insecto invasor no es por su picadura, sino por la depredación y aniquilación
de las abejas de la miel, que son su principal pieza alimentaria; por eso su
asentamiento supone un peligro para la producción de miel, que a su vez
afectaría a la polinización de muchas especies vegetales con el consiguiente
daño para la agricultura y la biodiversidad autóctona.
De
momento, en Sos, y en Aragón, no hay motivos para alarmarse, pero hay que estar
vigilantes y comunicar de inmediato al SEPRONA si detectamos algún nido de
avispa velutina y evitar así su establecimiento, como se ha hecho esta vez.
BIBLIOGRAFÍA
Hemeroteca
- Heraldo de Aragón. 26/8/2018. Tania
Colás.”Aragón ¿Un repelente para la avispa asiática?”
- Heraldo de Aragón, 5/11/2019. Elena
Rodríguez. “Retiran un nido de avispa asiática en Sos del Rey Católico”
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