Sos está
rodeada en su totalidad por una muralla construída con posterioridad al
castillo, para así defenderse aún más de los invasores y posibles asaltantes de
la villa.
No se sabe con certeza cuándo se levantaron
estas murallas, pero parecen ser anteriores al último cuarto del s. XIII, pues
consta que Alfonso III (1285-1291) ordenó fortificar Sos como consecuencia de
su guerra contra Navarra y Francia. También Jaime II, el 2 de febrero de 1295,
coincidiendo con las tensiones bélicas del momento, mandó reconstruir y
restaurar las murallas de la
Villa , pues estaban muy estropeadas tras los continuos
ataques enemigos, mandando destinar el cobro del impuesto del “herbaje” de la
localidad a tal efecto.[1]
Portal del mudo, flanqueado por una torre. |
Pero sin duda, fue en el período de mediados del s. XIV a los inicios del s. XV (1336-1412) el momento más prolífico de la fortificación de Sos, coincidiendo con el reinado de Pedro IV, especialmente a causa de la tensión bélica desarrollada entre Aragón y Castilla, que se tradujo no sólamente en una violenta guerra entre 1356 y 1375, sino también en un constante clima de inquietud que llevó a una continua reforma y ampliación de la fortificación de Sos. Así, el 4 de junio de 1341 Pedro IV expidió un mandato al bayle General de Aragón para que el Justicia y los jurados de Sos tuvieran la administración de
Igualmente, en 1361, los comisarios de las ventas de las primicias del Obispado de Pamplona en Aragón otorgan cierta cantidad para la reconstrucción de las murallas, siendo los obreros de esta restauración los vecinos de Sos Jimeno de Lozano y Pedro Tailadura [3] . También, el 10 de diciembre 1365 concede
facultad a los de Sos para que cobren durante tres años dos sueldos por cada
carga de vino que transite por el lugar, con objeto de que se invierta en las
obras y fortificaciones de los muros y empalizadas.[4] En
1512 Fernando II también realizó obras en la fortaleza de Sos. Con posterioridad, y también en el siglo XVI,
se hicieron más reformas y ampliaciones, como las realizadas en el torreón de la Reina
y en buena parte del lienzo de su parte de muralla.
Más tarde, durante el reinado de Felipe IV, y en el
año 1641, se reconstruyeron otra vez el castillo y las murallas, que estaban muy
dañadas.
En 1706 Felipe V volvió a ordenar que se reedificaran
y fortalecieran los muros y fortificaciones.
Ya en el siglo XX, en los años sesenta, el arquitecto
Dn. Francisco Pons Sorolla restauró las murallas y torres en su escrupuloso
afán de recuperación de la memoria histórico-arquitectónica del pasado.
La muralla de
Sos estuvo cerrada por siete puertas y doce torres o baluartes. La planta del
recinto murado es alargada, en forma de lengua, siguiendo las curvas de desnivel
del terreno, de unos 450
metros de norte a sur por una anchura variable con un
máximo de 150 m .,
abarcando aproximadamente unas 7 Has.[5]
De las
murallas se conservan algunos lienzos, que han sido todos transformados en fachadas
de casas y muros de cierre de huertos. No obstante se puede apreciar la buena
obra de sillería que los formaba.
Actualmente
se conservan todas las puertas de acceso al recinto amurallado, unas
transformadas en vivienda y otras no, por lo que estas últimas están algo deterioradas.
La tipología de los portales de entrada varía, siendo alguno muy sencillo, formado por un
simple arco de medio punto o apuntado, y otros consistentes también en arco
pero cobijados en torres con un importante desarrollo vertical. Cada una de las
puertas recibe un nombre, bien según la orientación en la que están ubicadas
(Levante, Poniente) o bien el nombre de la localidad hacia la que se orientan
(Uncastillo, Jaca, Sangüesa, Zaragoza), excepto una (portal de la Reina ), teniendo a su vez todas
ellas uno o más sobrenombres salvo el portal de Zaragoza.
De todos
es sabido la costumbre que existe en los pueblos de no llamar a las cosas por
su nombre e intentar acercarlas lo más posible a la costumbre y rutina diaria,
dando lugar a los característicos “motes” o “sobrenombres” de cosas y personas.
Es por ello que casi todos los portales poseen un sobrenombre dado por los
vecinos debido a diversas circunstancias que, bien sean por hechos históricos,
acontecimientos singulares, leyendas u otros motivos, han influído de manera
notable en el “nuevo bautismo”, más cercano, vulgar y familiar, de los
portales, que iremos viendo uno a uno en diferentes entradas del blog.
Para poder
contemplar mejor todo el recinto amurallado es aconsejable dar un paseo
perimetral por la parte exterior del mismo empezando por la carretera que nos
lleva hacia Sangüesa desde la entada principal de la Villa , junto al parque, siguiendo
su sinuoso recorrido. De este modo encontramos, en primer lugar el portal de
Uncastillo o “de los cuernos” (Ver portal) Continuando por la carretera a pocos metros
veremos el portal de Levante o de “Bueno” (Ver portal), ambos muy simples en su
construcción, en arco de medio punto y muy parecidos en cuanto a tamaño y
forma.
Siguiendo nuestro camino y sin perder de vista
la muralla, entraremos por nuestra izquierda a un pequeño descampado (Campo del
Toro; llamado así por ser el lugar donde antiguamente se celebraban las
corridas de toros y vaquillas en días festivos) para llegar al Portal de Jaca o
de “Monterde”, más majestuoso que los dos anteriores (Ver portal).
Por las escaleras que tenemos a nuestra izquierda
regresamos de nuevo a la carretera y la seguimos hasta la curva del Parador de
Turismo. En este tramo no encontramos ninguna puerta de acceso ya que en esta
parte del promontorio el terreno era demasiado rocoso y abrupto como para poder
acceder a la la villa a pie, y mucho menos para asaltarla. De ello nos podemos
dar cuenta si nos fijamos en la inclinación de las laderas y en sus formaciones
rocosas sobre las que se asientan las murallas, que actualmente forman parte de
las casas de la villa.
Lienzo de muralla del siglo XI, junto al Parador de Turismo |
Al llegar al Parador dejamos la carretera general para retomar la muralla por la carretera de circunvalación de
Portal de Sangüesa |
Portal de la Reina visto desde el interior del recinto |
Desde el portal de la Reina retomamos el seguimiento de la muralla, aunque desde el punto donde nos encontramos va a ser muy difícil seguir el muro porque se interna en la villa formando parte de las viviendas y no tenemos acceso peatonal, por lo que continuaremos por la calle en la que nos encontramos, perdiendo la muralla unos instantes de vista, hasta girar a nuestra izquierda, por el frontón, para de nuevo divisarla y seguirla hasta la puerta principal de acceso a
Tras
observar la grandiosidad de la muralla, sus gruesos, fuertes y altos muros, con
sus grandiosas torres defensivas, nos
podemos imaginar las enormes dificultades de las tropas enemigas que quisieran
asaltar la Villa
en la Edad Media ,
pues si Espoz y Mina siglos después, con unas técnicas de asalto más modernas,
armamento más sofisticado, destructivo y letal no pudo entrar en la Villa , más improbable era
que lo hicieran los ancestros de la Edad Media ; o por lo menos, así se entienden los
sangrientos combates y largos asedios, que duraban incluso varios meses, a los
que se veían sometidas las ciudades
fortificadas.
Muralla en la zona del Parador de Turismo |
No debemos
olvidar que Sos estaba amurallado con anterioridad al siglo XIV por otra
muralla mucho más grande en su perímetro y que mandó derribar Don Gil Rodrigo
de Lihori, Gobernador de Aragón, para mejorar y fortalecer la defensa de Sos,
dando un plazo de 20 años para su demolición, bajo cierta pena pecuniaria,
plazo que en 1402 prorrogó el rey Martín el Humano por 8 años más.
Según la
tradición y lo que demuestran los vestigios antiguos, dichas murallas corrían
desde la Ermita
de San Bartolomé, incluyendo todo el terreno despoblado que entendemos por el
nombre de huertos de Landa, hasta que se encuentra el camino que va a la Fuente del Puente, de forma
que estaba en medio de esta parte del pueblo la Basílica de San Miguel.[6]
De esta
prudente precaución fortificadora deriva el haber triunfado el castillo de Sos
de todas las invasiones enemigas, pues según los analistas sólo una vez fue
tomado, y consistió en que,” habiendo
corrido unidos los reinos de Aragón y
Navarra, se separaron con la muerte del rey Dn. Alfonso el Batallador, en el
infeliz sitio de Fraga, y cayendo el de Aragón, en el pacífico y religioso
pulso de Don Ramiro el Monje, hizo una entrada en Aragón el rey de Navarra Dn.
García Ramírez y encontrando desapercibido el castillo de Sos y a sus vecinos dados
a la paz en fe de la antigua unión, los rindió el año de 1139 y puso por
Alcayde y Gobernador, al rico hombre Dn. Guillen Aznárez de Oteiza, pero al
punto que volvio de la
Provenza el principe Dn. Ramón, su yerno, que fue el año de
1143, lo volvió a recobrar.” [7]
Nota informativa (a 17/10/2024): En un plano que he encontrado de Sos de 1835, el portal de la Reina aparece como "Puerta del Lavadero", por acceder a través de él al cercano lavadero público que existía entonces. Al Portal del Mudo lo denominan "Puerta de Levante"; y al Portal de Levante, "Puerta de la Parra". Los demás portales coinciden con su denominación actual.
[1]
A.C.A. Cancillería, Reg. 194,
f , 194v.
[2]
Archivo de la villa de Sos. Año 1341; A.C.P. Arca Episcopi VI, doc. 41, nº 233.
[3] A.C.A. Real Patrimonio. Carp.8, nº 358.
[4]
A.C.A., Cancillería, reg. 912, ff. 44v-45.
[5]
Guitart Aparicio, C. El paisaje urbano en
las poblaciones aragonesas, p. 66. Cuadernos de Aragón nº 40. Zaragoza,
1979.
[6] José
Cabezudo Astraín y Ambrosio Guillén de Jasso. Noticias históricas de Sos. Cuadernos de historia Jerónimo Zurita, núm. 3. 1952. Zaragoza,1954, p. 171
[7]
Zurita, J. Anales. Lib. 2, cap. 5, fol. 61.
BIBLIOGRAFIA
BIBLIOGRAFIA
-CABEZUDO ASTRAIN, JOSÉ, Y ANTONIO GUILLÉN DE JASSO. Noticias
históricas de Sos. Cuadernos de
historia Jerónimo Zurita, nº 3. Zaragoza, 1952.
-GUITART APARICIO, CRISTOBAL. El paisaje
urbano en las poblaciones aragonesas. Cuadernos de Zaragoza nº 40. Excmo.
Ayuntamiento de Zaragoza, 1979.
-ZURITA, JERÓNIMO. Anales del Reino de Aragón. Ed.
A. Canellas. I.F.C. Zaragoza, 1989-1996.
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