domingo, 23 de julio de 2017

BARUÉS

Caserío de Barués (Sos del Rey Católico)








































         Barués es una pedanía de Sos del Rey Católico situada al sur del término municipal, a unos siete kilómetros de distancia del municipio, en la confluencia de los barrancos de Barués y de Valdunchill.
Para llegar a Barués hay que tomar la carretera nacional A-127 en dirección a Castiliscar hasta el punto kilométrico 79, justo en el emplazamiento de la pardina de Novellaco. En este punto tomamos a nuestra izquierda la calle que atraviesa el caserío hasta coger una pista semiasfaltada que en unos tres kilómetros nos llevará hasta la pardina de Barués.
Calle de Barués, pardina de Sos hoy deshabitada.
El caserío de Barués ya aparece en la documentación del siglo XI como una villa prenominata que dicitur Barosse[1], indicación toponímica de una antigua hacienda o villa a la que da el nombre su propietario, Baro o Barus[2] figurando ya a partir de 1254 como Barués.
En el año 2014 todavía vivían en la pardina de Barués dos personas mayores pero, tras su fallecimiento, el lugar ha quedado totalmente deshabitado. Únicamente una persona, Jesús, se deja ver por el lugar para cuidar y alimentar unas pocas gallinas y palomas que posee en su antigua casa. Por lo demás todo es derrumbre, ruina y desolación en una pequeña entidad que en 1924 llegó a tener hasta 35 casas y 130 habitantes. 


Casa "El Fraile", antigua cantina donde se celebraba el baile.
          La entidad de Barués, dedicada íntegramente a la actividad agrícola y ganadera, disponía de escuela, a la que acudían los niños de las cercanas entidades de Castillo Barués y Novellaco, llegó a tener hasta tres hornos, herrería, cantina con baile e iglesia en la que se oficiaba misa todos los domingos, viniendo el cura desde Sos, y a la que acudían, igualmente, los vecinos de Castillo Barués y Novellaco. El 9 de mayo era la festividad del Santo Patrón de Barués, San Gregorio, celebrando festejos en su honor a los que acudían gentes de las pardinas próximas y de los municipios más cercanos, como Castiliscar o Sos.
Ruina, derrumbre y desolación en Barués


          Pero a mediados del pasado siglo, como ocurriera en muchos lugares, comenzó el éxodo de la población. A las circunstancias de todos conocidas y similares al resto de municipios rurales que iniciaron la emigración, había que añadir otros aspectos que hacían muy difícil la vida en Barués: una entidad prácticamente incomunicada, sin carretera para acceder a ella, sin luz y sin agua, que tenían que acarrearla desde la fuente de La Cenera, en la confluencia del barranco del mismo nombre con el de Barués.
Casa Gayarre, vivienda de los últimos moradores de Barués.
Poco a poco las casas se fueron deshabitando y la climatología, el paso del tiempo, el abandono y el lógico proceso de la naturaleza hizo el resto: casas derruídas o semiderruídas que amenazan un seguro desplome, donde las zarzas y la vegetación lo inundan todo; árboles creciendo en el interior de antiguos corrales, muros caídos, tejados inexistentes…
Entre tanta ruina destaca una gran casa que se mantiene en pie y en la que unas modernas ventanas de aluminio parece indicarnos que vive alguien. Es casa Gayarre, una de las más pudientes del sitio y  vivienda de los últimos moradores de Barués hace tan sólo 3 años. 
Ermita de Barués. Portal de entrada.
          Otra casa, igualmente en pie, parece resistirse a “morir”, y es la de Jesús, la única persona que actualmente se acerca por la pardina para alimentar a sus animales, que en muchas ocasiones se ven amenazados por jinetas, zorros, hurones y jabalíes, que ante la falta de presencia humana en el lugar han convertido Barués en parte de su hábitat natural. Frente a la iglesia, “casa El Fraile”, lugar que fuera cantina y donde antiguamente se celebraba el baile, actualmente propiedad de Jesús y aunque este vecino se gastó un buen dinero en reformar y restaurar parte de sus muros para evitar su derrumbe y externamente tiene una apariencia aceptable, nos comenta que su interior es un nido de termitas y éstas acabarán destruyendo las vigas interiores de madera y, si no se pone remedio, se vendrá también abajo.
Ermita de Barués. Porche perimetral.
Otras casas de la pardina fueron casa La Victorina, Casa Tabernero, Casa El Santico, Casa Isabelico…
La ermita, del siglo XIII, fue restaurada en 1988 (ver ermita), y es el único edificio de Barués que mantiene signos de estar cuidado, si bien últimamente el interior del porche perimetral presenta cierto abandono, siendo lugar de acumulación de escombros y donde, al resguardo de las inclemencias del tiempo, se viene usando para encender hogueras por parte de pastores, cazadores o excursionistas.
Ermita de Barués. Porche perimetral y arranque del ábside
El 9 de mayo se celebra una romería a la ermita, dedicada a Santa Te (ver), donde acuden gentes de los núcleos urbanos cercanos y, sobre todo, antiguos vecinos que fueron de Barués y descendientes de ellos, celebrando el reencuentro en un día inolvidable en el que, además de rendir homenaje a la Vírgen de Santa María de Barués, se recuerdan las raíces de unas gentes que tuvieron que dejar su lugar de origen para encontrar un futuro mejor, y de este modo reivindicar el nombre de Barués para que ésta pequeña pardina, aunque hoy deshabitada, no caiga en el olvido y siga formando parte de la historia de la comarca de Sos del Rey Católico.

Unas pocas gallinas y palomas es el único rastro de vida en Barués.

Barranco de Barués, próximo al caserío.



[1] Canellas López, A. Colección diplomática de Sancho Ramírez, doc.68
[2] Cortés Valenciano, M. Toponimia de Sos del Rey Católico.

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