domingo, 8 de marzo de 2015

EXTERIOR DE LOS ABSIDES DE LA IGLESIA DE SAN ESTEBAN DE SOS



Conforme nos acercamos al municipio de Sos dos monumentales construcciones resaltan sobre el resto de edificaciones y son bien visibles desde la lejanía: el torreón del castillo y los ábsides de la iglesia de San Esteban.
Estos tres grandiosos y alargados ábsides constituyen unos verdaderos cubos de muralla que contribuyen a cerrar el recinto amurallado del castillo, confiriendo el carácter militar a esta plaza fuerte de Sos en la frontera del Reino de Aragón.
Absides de la iglesia de San Esteban, en Sos

Los ábsides albergan los altares de las iglesias inferior y superior. Poseen contrafuertes que llegan hasta la cornisa; dos en el ábside central y uno en los laterales (el del lado sur oculto por la obra de ampliación realizada en el Renacimiento).
El aparejo de los tres cilindros es de buena sillería, bien cortado y ajustado.
La separación de la iglesia inferior y superior podemos observarla a mitad de altura de los ábsides, donde los radios absidiales decrecen un poco, al mismo nivel en que los contrafuertes, asímismo, se estrechan en grosor.
Estrechos vanos de la iglesia inferior
Los vanos de la iglesia inferior, situados en el primer tercio constructivo, son apenas pequeñas rasgaduras adinteladas en los cilindros absidiales, a modo de aspilleras; justo para que pase la luz y mediante sus derrames interiores ejerza tenue función al interior. De naturaleza totalmente castrense y defensiva, como podemos observar. 
        Estos vanos están cerrados con alabastro, siendo tres en el ábside central, otros tres en el derecho y uno en el de la izquierda (según se ven los ábsides desde el exterior)
Vano de la iglesia superior














      En el tercio de la parte alta de los ábsides se abren los vanos de los ventanales de la iglesia superior, que se decoran con archivolta decorada con moldura cóncava y baquetón, con guardapolvo decorado por fuera de la archivolta, apeando éstas en columnillas a través de capiteles historiados. Existe uno en el ábside de la izquierda, tres vanos en el central y dos en el de la derecha.

        Enmarcando los ventanales dos molduras corridas a lo largo de los tres ábsides sirven de adorno: una a nivel de la parte inferior de los ventanales, decorada con uno de los motivos decorativos en piedra más repetidos en Aragón: el ajedrezado, que por tener sus orígenes en la jacetania se denomina “jaqués”, y se caracteriza por los claroscuros que consigue formar y que simbolizan la vida y la muerte, la luz y la oscuridad; y la otra moldura, la superior, dispuesta a continuación de los ábacos, está adornada con lacería y diversos motivos.
Bajo las cornisas lisas encontramos canecillos de formas sencillas e historiados.
En la unión del ábside central con los laterales hay, a modo de articulación, sendas columnas que rematan en capiteles contribuyendo así a sustentar la cornisa. Rematan los ábsides un tejado de losas.

 Si nos fijamos atentamente obsevaremos en los sillares que forman los ábsides varias marcas de cantero talladas en los mismos.


Marcas de cantero en los ábsides




BIBLIOGRAFIA


-ABBAD RÍOS, FRANCISCO. Catálogo monumental de España. C.S.I.C. Zaragoza, 1971.
-ABBAD RÍOS, FRANCISCO. El románico en Cinco Villas. I.F.C., D.P.Z. Zaragoza, 1979.
-CANELLAS LÓPEZ, ÁNGEL y ÁNGEL SAN VICENTE. Rutas románicas en Aragón. Encuentro, S.A. Zaragoza, 1975.
-GARCÉS ABADÍA, MÁXIMO. Sos del Rey Católico. Iglesia Parroquial de San Esteban. Edilesa; monografías, serie roja nº 51. 2001.







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